Desde IZAR pretendemos estar en las próximas elecciones europeas. Para ello tendremos en primer lugar que sortear las trabas que consideramos totalmente antidemocráticas y que exigen a cualquier candidatura sin representación institucional recoger en 15 días, 15 000 avales de electores/as. Sin embargo, y a pesar de las dificultades, consideramos que es muy importante que el próximo 9 de junio haya una candidatura con un claro perfil anticapitalista, que denuncie la escalada militarista y los peligros de unas políticas económicas que amenazan con la destrucción del propio planeta.
Hace falta una izquierda que se enfrente a los intereses de los que más tienen
Los partidos de la izquierda institucional que han gobernado desde 2019 o que lo hacen en la actualidad decidieron no enfrentarse a los intereses de la patronal y de las grandes corporaciones. En ese sentido es necesario construir una candidatura a la izquierda del reformismo, que visibilice el callejón sin salida al que se ve arrastrada la clase trabajadora, cuando desde los partidos que se autodenominan como “progresistas”, asumen las políticas del mar menor, como una cuestión irrenunciable, intentando convencer a nuestro bando social de que una gestión “amable” del sistema capitalista es el único horizonte posible mientras se siguen aplicando políticas que debilitan los servicios públicos frente a los intereses privados, que no impactan positivamente sobre la vida de la inmensa mayoría en materia de salarios, vivienda o derechos democráticos. A esas políticas austericidas que siempre favorecen a los mismos –los más ricos del país aumentaron su patrimonio un 16,1% en 2023, llevando su fortuna conjunta a una cifra inédita de 320.535 millones de euros, un 81% más que hace 10 años – hay que sumarle una política militarista y racista tanto a nivel estatal como a nivel europeo.
La necesidad de una respuesta unitaria para dar confianza a nuestra clase
A lo largo del último año hemos realizado numerosos llamamientos públicos, así como en la convocatoria de diferentes reuniones donde hemos insistido en la necesidad de reagrupar a las organizaciones a la izquierda del reformismo, que asumieran una política de ruptura con el sistema capitalista, de independencia política con respecto al Gobierno central con el fin de intervenir conjuntamente en la lucha de clases y de lanzar candidaturas electorales unitarias y revolucionaria. Un espacio que, a día de hoy, ha quedado completamente vacío y donde peligrosamente la extrema derecha intenta situarse como una alternativa válida ante la clase trabajadora. Sin embargo, las diferentes reuniones realizadas no han permitido desembocar en una candidatura de estas características. Seguiremos tomando iniciativas en el futuro.
Una candidatura internacionalista que defienda la perspectiva del comunismo
Las guerras, el auge de la extrema derecha, el cambio climático, la Europa fortaleza, las opresiones son problemas sistémicos e internacionales. La respuesta de los que sufrimos las consecuencias de esas políticas también debe ser a escala internacional. En ese sentido, construiremos una campaña con un carácter internacionalista, con la participación y organización de diferentes actos y acciones con organizaciones hermanas en diferentes países europeos, con las que compartimos políticas y orientación desde hace años en la convicción de defender de manera clara y sin vacilaciones la ruptura con el sistema capitalista y la necesidad de construir una sociedad en la que los y las que producimos las riquezas seamos los y las que tomemos todas las decisiones sobre nuestras vidas. Una sociedad sin ningún tipo de explotación ni opresiones y en la que la brújula sea el bien social y no el interés particular de los que acaparan todas las riquezas.
De nuevo decimos que para nuestra clase no hay otra manera: O con la patronal, o con la clase obrera; Revolución o barbarie.
