EL GOBIERNO MANTIENE SU COMPROMISO CON EL MILITARISMO Y EL SIONISMO

Un escándalo esclarecedor y una rectificación para salvar las apariencias

Tras desvelarse que el pasado 16 de abril la Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil adjudicó un lote de más de 15 millones de balas a la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security SA, filial del grupo internacional Guardian LTD Israel, la complicidad del gobierno del Estado español con el estado genocida y colonialista de Israel volvió a quedar patente. Este lote de munición estaba dentro de un contrato firmado por el Ministerio del Interior y esta empresa, valorado en 6,6 millones de euros, y que supuestamente fue rescindido el pasado mes de octubre. La realidad ha sido que el ministerio de Grande Marlaska ha avalado la firma del contrato, justificándose en que dicha compra se encontraba en fase “muy avanzada” y rescindirlo supondría una penalización económica. Una operación que se hizo en el puente de “semana santa”, aprovechando que el interés mediático está en otros temas durante esas fechas, y que ha vuelto a demostrar que el compromiso de este gobierno de no comprar armas al estado sionista desde su invasión a la Franja de Gaza es, básicamente, pura palabrería.

Ante la magnitud del escándalo generado, los socios de gobierno del PSOE salieron rápidamente a denunciar la firma del contrato, deslizando algunos como IU y el PCE que podrían romper la coalición. Sin embargo, tras el anuncio del Ministerio de Interior para rescindir el contrato y asegurar que excluirán a empresas israelíes de futuras licitaciones mientras continúe el conflicto armado en Gaza, Yolanda Díaz salió rápidamente a escena para asegurar su compromiso de mantener este gobierno, esgrimiendo la carta de la aprobación de la reducción de la jornada laboral en el ejecutivo, calificando el contrato de “error” y asegurando que “el Gobierno de España está comprometido”.

Este escándalo ha ahondado la crisis política que vive Sumar, que a causa de su papel de muleta del PSOE sigue perdiendo en intención de votos. No es casual que otras organizaciones dentro de Sumar como IU y el PCE comiencen a deslizar una la salida del gobierno, para intentar distinguirse del PSOE mientras Podemos se posiciona “críticamente” contra el gobierno y sus políticas imperialistas y de rearme, tratando de hacer olvidar su papel en la anterior legislatura. La posición de Podemos, elaborada para desmarcarse de Sumar y sacar mejores resultados en unas futuras elecciones, va a contribuir a aumentar las tensiones en la organización de Yolanda Díaz.

El compromiso de este gobierno… no es con el pueblo palestino

Si algo define a este gobierno, es que se preocupa mucho por parecer progresista de cara a la galería. Por eso son constantes los actos simbólicos y propagandísticos, como ha pasado con el concurso de Eurovisión, mientras evitan tomar cualquier medida real para acabar con el genocidio del pueblo palestino. A cierre de este artículo, en los últimos días el Estado de Israel ha aumentado la brutalidad de sus ataques, perpetrando un bombardeo masivo sobre la Franja de Gaza, sobre todo en Deir al-Balah, Khan Younis, el campo de refugiados de Jabalia y la localidad de Beit Lahia provocando centenares de muertos y heridos.

No hay que olvidar que, además de ser cómplices con el Estado de Israel, la perspectiva militarista del Estado español se sigue materializando en destinar cada vez más fondos para suministros de armamento, material, munición y equipamiento militar y, que las subidas en los gastos militares son en detrimento de los servicios públicos y básicos para la clase trabajadora y la juventud.

Un informe del Centro Delàs de Estudios por la Paz ha contabilizado al menos 31 contratos con el estado sionista desde que invadieron la Franja en octubre de 2023, de los cuales 10 se acordaron después del compromiso del gobierno a no comprarles más armas, demostrando que Margarita Robles miente cada vez que dice “hasta la saciedad” que desde el día 7 de octubre [2023]ni compra ni vende armas a Israel”. Aún con la rectificación obligada de la firma del contrato con Guardian Defense & Homeland Security SA tras el escándalo generado, aun quedan pendientes otros 9 por un valor de 817 millones de euros, entre los que incluyen la compra de doce lanzadores y 680 cohetes guiados por valor de 576 millones de euros o los casi 300 millones de euros para la compra de 168 sistemas de misiles SPIKE de fabricación israelí probados en combate” según su fabricante, es decir, utilizados para masacrar a miles de civiles palestinos. Estos contratos, Defensa ya ha asegurado que no los piensa rescindir porque estos proveedores “hoy no son sustituibles”.

Para solidarizarnos con el pueblo palestino debemos enfrentarnos a nuestro gobierno

Frente a todo esto, la realidad es que para presionar al Estado de Israel y acabar con el genocidio no podemos confiar en este gobierno, cómplice del sionismo, comprometido al cien por cien con el imperialismo y entregado a la política militarista. Tampoco lo harán organizaciones como Podemos, que hoy son críticas pero ayer asumían el mismo papel que hoy afean a Sumar. Para ayudar al pueblo palestino debemos efrentarnos a nuestro propio gobierno para que rompa cualquier tipo de relación con el estado de Israel.

De hecho, hemos visto muchos ejemplos de solidaridad, no solo por parte de los y las jóvenes (que fueron masivas y que consiguieron victorias como en Granada, donde tras 9 días de acampada el rectorado tuvo que romper relaciones académicas con Israel), sino también por parte de trabajadores y trabajadoras como fue el caso de los estibadores de Barcelona o la huelga que convocó el 27S por el sindicato CGT y fue apoyada por otras organizaciones sindicales y sociales así como por algunas acampadas estudiantiles por Palestina. Pero no es suficiente, es necesario que el conjunto de la clase trabajadora y de la juventud se movilice si queremos no solo parar el genocidio, sino acabar con una política sistemática de colonización por parte del Estado de Israel hacia un pueblo que lleva décadas siendo expulsado de su tierra.