Declaración del congreso nacional del NPA-Revolucionarios
El 2025 se viene como un gran año para los multimillonarios de todo el mundo. Esto es lo que vinieron a celebrar estos cabezas de la burguesía en la investidura de uno de los suyos, Trump, flanqueado por Elon Musk, al frente de la potencia imperialista estadounidense. Su riqueza ha aumentado en 2 billones de dólares en 2024, a un ritmo 3 veces más rápido que el año anterior. Esta obscena concentración de riqueza en un polo sólo es igualable a la pobreza y miseria en todo el planeta. No, ya no les es posible que pretendan dirigir los designios del mundo. Frente al polo de los multimillonarios, la urgencia de un polo de revolucionarios/as.
Sin embargo, fue con voz temblorosa por la emoción con la que Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia y el segundo más rico del mundo, vino a expresar su indignación por el plan del gobierno francés de gravar sus ganancias, aunque muy poco y sólo por un año. Por el contrario, saludó el «viento de optimismo» que sopla sobre los empresarios del otro lado del Atlántico, que se benefician del veneno racista y reaccionario llevado al poder por este ultraderechista sin complejos.
Éste es el sentido del viento hacia el que giran las clases dominantes. Y el gobierno macronista, buen gestor de los intereses de la patronal y muy sensible a los cantos de sirena de la extrema derecha, no les hará pagar ciertamente muy caro a sus amigos capitalistas. En revancha, Trump y Bayrou vienen a su rescate relanzando la caza de inmigrantes, esperando que divida a las y los trabajadores y paralice sus luchas.
Estos multimillonarios que se benefician de la explotación de las y los trabajadores en todo el mundo son también los primeros en recibir sus beneficios a costa de vivir del Estado. Desde los EEUU hasta China pasando por la UE, todas las potencias imperialistas, antiguas o nuevas, dominantes o emergentes, compiten por inversiones y cuotas de mercado. En todas partes riegan a sus respectivas patronales con miles de millones en subvenciones públicas y se ponen en cuestión las más mínimas normas medioambientales, desafiando así la crisis ecológica que amenaza a toda la humanidad.
En todas partes los presupuestos militares están en aumento constante y cada Estado se muestra más que dispuesto a pasar de las guerras comerciales a las guerras directas. Los 3 años de devastadora guerra en Ucrania tras la invasión rusa y la forma en que los imperialistas occidentales se aprovechan de ella muestran lo poco que les importa a estas potencias el destino de los pueblos, empezando por el mismo pueblo ucraniano.
Por todas partes se escuchan estribillos nacionalistas y reaccionarios para defender su “patria” frente a las y los extranjeros y la familia “tradicional” frente a los derechos de las mujeres y las personas LGBTI. Este nacionalismo intenta alinear a las y los trabajadores detrás de su propia burguesía. Pero son los mismos patrones y gobiernos los que están despidiendo trabajadores/as y destruyendo los servicios públicos en sus propios países.
En cuanto al genocidio en Gaza y la situación de los pueblos de Oriente Medio, es una ilustración de las más violentas del precio que las potencias imperialistas están dispuestas a hacer pagar a los pueblos para mantener el orden capitalista. La barbarie está del lado del Estado de Israel y de los líderes mundiales que lo han apoyado y apoyan. La solidaridad internacional está del lado de los millones de hombres y mujeres que se niegan a permitir que cometan masacres.
Es en este contexto en el que el NPA-Revolucionarios ha celebrado su congreso nacional. Durante todos nuestros debates, esta situación política mundial ha confirmado nuestra voluntad de poner fin al sistema capitalista que lleva a la humanidad a su ruina. Lejos de ser un deseo piadoso o una utopía reconfortante, es una perspectiva que constituye la única respuesta capaz de enfrentarse a la podredumbre del mundo capitalista que siembra guerras, miseria y devastación del planeta.
La fuerza de las clases dominantes no es inquebrantable. Muchas luchas y resistencias las han disputado en todo el mundo. Tantos episodios que muestran que están intactas las fuerzas del proletariado y de la juventud y podrían servir de motor para la construcción de una sociedad completamente diferente. De estas luchas nacerán las próximas y necesarias revoluciones, por un mundo sin fronteras ni patrones.
Pero sabemos que esto no es automático. Se trata de evitar las trampas que tienden los adversarios o falsos amigos de las y los trabajadores, particularmente aquellos/as que prometen cambiar todo por vía institucional sin tocar los mecanismos de explotación cotidiana; o quienes al frente del aparato sindical, pretenden que se puede arrancar algo a los patrones mediante la negociación.
Nuestro congreso ha reafirmado nuestra orientación política de total independencia de la izquierda institucional. En 2024, Olivier Besancenot y Philippe Poutou decidieron sumarse al NFP de Mélenchon y Faure (e incluso de Hollande). Nosotros/as no hemos dejado de hacer campaña por el mantenimiento de una organización revolucionaria independiente. En 2025, después de la experiencia de la lucha contra la reforma de las pensiones y de 2 campañas electorales con nuestros propios colores, estamos orgullosos/as de poder afirmar la existencia del NPA-Revolucionarios como una fuerza útil en el campo de las y los trabajadores, anclada en la lucha de clases. Es a partir de una contraofensiva general del mundo del trabajo y de la juventud que permitirá a nuestro campo social hacerse oír.
Las y los trabajadores ganarán sus reivindicaciones a través de sus huelgas y luchas, organizadas y dirigidas democráticamente, sindicalizadas y no sindicalizadas. ¡Son quienes trabajan, son quienes deciden! Nos fijamos como objetivo seguir desarrollando nuestra organización lo más cerca posible de los combates de la clase obrera y la juventud popular, por el salario, empleo, servicios públicos de salud, educación, transporte, vivienda, acordes a las necesidades. En las próximas semanas haremos campaña por la consolidación de las luchas contra los despidos y contra los presupuestos de austeridad en las facultades.
El NPA-Revolucionarios no es un fin en sí mismo. Estamos convencidos/as de que somos sólo una rama de un futuro partido comunista revolucionario de trabajadores/as. Todos nuestros esfuerzos se centran en esta perspectiva, compartida por otros/as revolucionarios/as en Francia y en el mundo. Con esta situación en mente afirmamos nuestra voluntad de trabajar por la construcción de un polo de revolucionarios/as. El flujo y reflujo de la actividad proletaria no depende de nosotros/as. Pero está en nuestras manos rechazar la fragmentación de las corrientes comunistas revolucionarias. Creemos que las intervenciones conjuntas aumentarían diez veces la moral y las posibilidades de éxito de las y los trabajadores en futuras luchas. Éste es el crisol donde se puede forjar un liderazgo revolucionario. Se trata de una perspectiva política que debe defenderse en todos los frentes, incluso en las próximas elecciones.
En Francia, esto implica establecer vínculos más estrechos entre activistas y movimientos políticos que se proclaman comunistas revolucionarios. A nivel internacional, incrementar los intercambios y las relaciones internacionales. El NPA-Revolucionarios participará a mediados de mayo en París en una conferencia internacional que permitirá a varias corrientes revolucionarias discutir la situación internacional y las tareas militantes que nos competen. Durante el verano también organizaremos un campamento internacional junto a otras 4 organizaciones hermanas: IZAR – E.Español, RSO – Alemania, OKDE Spartacos – Grecia y Speak Out Now – EEUU.
Con estas organizaciones se han fortalecido los vínculos militantes, con la perspectiva de reagrupar a las y los revolucionarios a nivel global, porque la dominación de los capitalistas sólo será revertida en esta escala: ¡el futuro está en la revolución socialista!