El pasado sábado 31 de mayo tuvo lugar en Granada una manifestación de camareras de piso organizadas en la Coordinación Sindical de Trabajadores/as de Andalucía –CSTA. La movilización fue un éxito con más de 200 personas entre las que se encontraban muchísimas trabajadoras. La presión ejercida por las empresas y las gobernantas de los hoteles no habrá tenido al final resultado. Las compañeras salieron a la calle determinadas a seguir peleando por sus derechos laborales y su dignidad. Porque si algo es evidente es que sin ellas los hoteles no funcionan.
Una campaña sindical que ha durado tres meses
A principio de año, las camareras de piso de la CSTA aprobaron, en asamblea, iniciar una campaña sindical para visibilizar y denunciar sus condiciones laborales. Se trataba de pasar de una acción sindical hotel por hotel a una campaña ofensiva que implicara al conjunto de las camareras de piso independientemente de su hotel de procedencia.
La campaña se propuso al conjunto de las organizaciones sindicales con presencia en el sector desde CCOO hasta el SAT pasando por la CGT. Ninguna respondió positivamente. La CSTA inició entonces en marzo dicha campaña con el apoyo de las Kellys Unión Granada y de la Asamblea Interprofesional de Granada. Dicha campaña consistió, además de difundir sus reivindicaciones, en la convocatoria de dos concentraciones previa a la manifestación del pasado 31 de mayo. Las dos concentraciones realizadas, una frente a la Subdelegación de Gobierno para exigir la jubilación anticipada sin penalización, y otra frente a la sede de la patronal de la hostelería de Granada, dejaban presagiar el éxito de la campaña.
Durante estos tres meses, se ha exigido: la aplicación del convenio de hostelería, la jubilación anticipada sin penalización, el final de de la sobrecarga laboral y de los ritmos de trabajo abusivos así como el aumento de los salarios al mismo ritmo que el coste de la vida.
Las camareras de piso machacadas e invisibilizadas y las cadenas hoteleras forradas
Tal y como ha publicado la Coordinación Sindical de Trabajadores/as de Andalucía – CSTA, los datos son indignantes. Mientras todo aumenta: el número de turistas, las pernoctaciones (+ de un 54% entre 2019 y 2024), el ingreso por habitación disponible (+33%) o la tarifa media diaria (+21 euros); el poder adquisitivo de las camareras de piso disminuye. Entre 2022 y 2025, el salario de las trabajadoras ha aumentado un 12,7% mientras el coste de la vida se ha disparado en el mismo tiempo un 19,4%.
Hay dinero. El turismo en Granada genera mucho dinero. Pero este los acaparan los mismos de siempre. Las cadenas hoteleras y las empresas externas. Ese dinero no repercute en la mejora de las condiciones laborales y salariales de las camareras de piso que no sólo no llegan a fin de mes sino que además se machacan diariamente en su puesto de trabajo a causa de una sobrecarga laboral espeluznante.
No hay secretos. Las cadenas hoteleras que aumentan sus beneficios anualmente con cifras desorbitadas como las de Barceló (300 millones de euros en 2024) o las de Eurostars (200 millones de euros), se hacen millonarios a costa de las trabajadoras. Su política de empresa está muy clara: contratar a una empresa externa multiservicios para que haga el trabajo sucio. Primero, aplicando el convenio de la limpieza en lugar del de hostelería (entre 200 y 300 euros menos al mes por trabajadora); y segundo, imponiendo unos partes de habitaciones totalmente inasumibles que las obligan a trabajar a destajo quedándose más horas de las debidas y además de gratis. Las trabajadoras tienen entonces dos opciones: trabajar más rápido con unos ritmos infernales para salir a su hora y poder conciliar o quedarse más tiempo en el trabajo de gratis. A la(s) empresa(s): hoteles y empresas externas les salen muy bien las cuentas al ahorrarse así nuevas contrataciones.
La manifestación del 31 de mayo: un punto de inflexión
El éxito de la manifestación ha supuesto un punto de inflexión en la lucha de las camareras de piso en Granada. La alta participación permite seguir construyendo en la misma dirección pero con el contacto de más trabajadoras aún. Ahora toca preparar una nueva campaña que pueda desembocar en una gran movilización / huelga en el puente de diciembre. Para ello es imprescindible prepararse desde ya. La creación de la caja de resistencia responde a esa necesidad.
En esta nueva campaña habrá que avanzar sobre nuevas reivindicaciones que permitan mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras señalando los beneficios ingentes de las cadenas hoteleras.
Toñi Milla, representante de las trabajadoras por la CSTA en el Hotel Real de la Alhambra lo decía el día de la manifestación: “vamos a seguir luchando, vamos a seguir peleando y hasta que no consigamos nuestra jubilación anticipada no vamos a parar, hasta que no consigamos nuestros derechos, no vamos a parar, y hasta que no consigamos que se nos aplique el convenio de hostelería de Granada no vamos a parar… están muy equivocados, este ha sido el primer paso…”
