SÁNCHEZ DEJA CLARA SU VERDADERA POSICIÓN EN MATERIA DE INMIGRACIÓN

Otra vuelta al debate migratorio. Vox va a presentar en el Congreso una moción para la inmediata expulsión de las personas migrantes que hayan ingresado de forma irregular en el Estado español y para aquéllas que hayan cometido delitos graves o sean reincidentes, a pesar de estar establecidas legalmente en el territorio. Es la medida estrella de todo un paquete más amplio destinado a hacerle la vida imposible a las personas migrantes que traten de ingresar en el Estado español y que incluye, por supuesto, la adopción de medidas “más estrictas” en la gestión del control de fronteras y la eliminación de las subvenciones destinadas a las asociaciones y demás organizaciones que trabajan con migrantes.

No cabe duda de que el gobierno se posicionará en contra de esta propuesta ultraxenófoba y de que la utilizará como instrumento para difundir su falso discurso progresista en materia de inmigración. Y es que sus acciones no van precisamente en esa línea. Según los últimos datos de Eurostat, el Estado español fue el quinto país de la UE que más expulsiones de migrantes extracomunitarios llevó a cabo durante el primer trimestre de 2024. Fueron 2.500 personas las que el gobierno de PSOE-Sumar retornó a sus países de procedencia, en muchos casos, mediante expulsiones en caliente, dejando en la máxima indefensión a las víctimas de las mafias, de las guerras, del hambre, etc.

Las declaraciones de Sánchez durante su visita a Senegal no dejan lugar a dudas en torno al posicionamiento del PSOE: «es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente», instaba Sánchez a su homólogo senegalés. Uno de los objetivos de su visita ha sido presionar para que Senegal agilice las repatriaciones, es decir, para aumentar el ritmo de expulsiones de migrantes senegaleses del Estado español. Una política que Sánchez quiere vender como la única medida posible para luchar contra las mafias que trafican con seres humanos, tildándola de progresista mientras supone la mayor desgracia para miles de personas que huyen de la miseria y la precariedad de sus países.

La propuesta de Pedro Sánchez para solucionar todos los problemas es la “inmigración circular”: formar a personas en los países de origen para cubrir la mano de obra que precisan empresas españolas durante determinadas campañas o periodos de tiempo, con el compromiso de regresar a su país cuando finalice el trabajo. Esto que ahora llaman inmigración circular no es ni mucho menos novedoso. Estos acuerdos se llevan dando durante décadas para traer trabajadoras de Marruecos a la campaña de recogida de la fresa en Huelva, por ejemplo. De momento, el Estado español tiene suscritos acuerdos para la migración circular con Marruecos, Senegal, Ecuador, Honduras, Colombia, Argentina y Uruguay. Ahora se añadirán Gambia y también Mauritania, tras la firma de sus respectivos acuerdos durante la gira africana de Sánchez.

El PP no está cómodo para nada en este debate: le cuesta mucho diferenciarse del gobierno. Ambos defienden la expulsión de los y las migrantes irregulares, y ambos defienden la necesidad de proveer a las empresas de mano de obra migrante, más fácil de sobreexplotar, con peores condiciones laborales, salarios más precarios, etc., respondiendo a las demandas de la patronal que utiliza a las personas migrantes para sacar aún más beneficios. Según los datos que proporciona el gobierno, se necesita que vengan entre 200.000 y 250.000 inmigrantes al año para trabajar hasta 2050. Es así que Feijoo, tras acusar a Sánchez de generar un efecto llamada, tuvo que reconocer que su postura es la misma que la del ejecutivo, tuvo que afirmar que la inmigración es necesaria para proveer de mano de obra suficiente a las empresas españolas.

Este gobierno, que tan poco se distingue de PP e incluso de Vox, no sólo no va a resolver el problema de la inmigración, sino que va a camuflar en un falso discurso progresista y de respeto hacia los derechos humanos el récord de expulsión de personas migrantes del Estado español, al igual que esconde las expulsiones en caliente e incluso las justifica. Ya basta de utilizar a los/as migrantes sólo para que los capitalistas saquen beneficios, sin respetar ni un atisbo sus vidas. ¡Ninguna persona es ilegal! ¡No a la ley de extranjería! ¡No más expulsiones! ¡Derechos para todas las personas!