ANTONIO LIZ

En octubre se cumplen 90 años de la insurrección que protagonizó la clase obrera asturiana durante la II República. Preguntamos a Antonio Liz, historiador marxista y autor de «Octubre de 1934, insurrecciones y Revolución», para que estos hechos sirvan de experiencia a las futuras luchas.

Antonio, queríamos preguntarte por Octubre de 1934, por qué se dio y qué ocurrió.

En las segundas elecciones legislativas de la II República (19, noviembre, 1933) ganaron las derechas, cuyo partido mayoritario, la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), era antirrepublicano y filofascista. El segundo partido más votado fue el Partido Republicano Radical (PRR), organización de la derecha republicana, y el tercero el PSOE.

Lo que hay que preguntarse es cómo ganaron las elecciones la CEDA y el PRR si desde la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1931, gobernó un gobierno de coalición republicano-socialista. La respuesta es muy sencilla, el gobierno de coalición republicano-socialista no hizo una política de izquierdas, es decir, revolucionaria, sino unas epidérmicas reformas (exceptuando el derecho de la Mujer al voto y al divorcio) y terminó represaliando, a través de la Ley de Defensa de la República (1931), a la vanguardia social de la clase trabajadora, esto es, al movimiento anarcosindicalista.

Alcalá Zamora, el presidente entonces de la II República, le dio el mandato para gobernar al PRR y no a la CEDA. El movimiento socialista (UGT-PSOE) amenazó públicamente con ir a la insurrección si la CEDA entraba en el gobierno. Pues bien, la CEDA entró en el gobierno el 4 de octubre y el 5 la insurrección prometida por el PSOE-UGT se puso en marcha. Era una insurrección sin un programa político, la clase trabajadora no sabía realmente cuales eran sus objetivos lo que llevó a que en Madrid y Barcelona las insurrecciones fueran rápidamente sofocadas. La excepción fue Asturias, allí todas las organizaciones de la clase trabajadora fueron en unidad de acción y organizaron sobre la marcha milicias y la producción en centros como Mieres y La Felguera y derrotaron a tropas del gobierno y embolsaron a otras. Sólo cuando el gobierno republicano PRR-CEDA pudo enviar tropas a Asturias, entre ellas a la Legión, el gobierno pudo vencer a la clase trabajadora. Acto seguido se dio una represión feroz pero era tan grande la fortaleza de la clase trabajadora que ya estará recuperada en febrero de 1936.

Qué podemos aprender de Octubre de 1934 hoy, 90 años después.

Pues podemos aprender dos cosas muy sencillas. Una, que allí donde gobiernan partidos que se dicen de izquierda pero no practican una política de izquierda termina ganando la derecha y la ultraderecha. Dos, que allí donde las organizaciones de la clase trabajadora con influencias de masas van en unidad de acción la clase trabajadora puede conquistar el Poder.