ANTE EL GOBIERNO BARNIER, SÓLO PODREMOS HACERNOS OÍR A TRAVÉS DE NUESTRAS LUCHAS

El nombramiento de Barnier como primer ministro sella la alianza entre Macron y la Agrupación Nacional (RN). Sabe que necesita los votos de los diputados RN para evitar una moción de censura. Bardella1 proclamó inmediatamente que Barnier estaría bajo estrecha vigilancia por parte de su partido. Esta dependencia voluntaria no viene de ayer: la ley Darmanin fue adoptada con los votos de la extrema derecha y Macron multiplica los guiños ideológicos a RN.

El hecho es que Barnier es una figura que tiene todo para complacer a la RN: en el pasado se opuso a la despenalización de la homosexualidad, la cobertura del aborto por parte de la Seguridad Social, al PACS… Y ahora no deja de mencionar “el problema de la inmigración». La guinda del pastel: a la Medef (la CEOE francesa) le resulta difícil ocultar su alegría tras el nombramiento de este fiel servidor de la patronal, que negoció un Brexit a medida de los círculos financieros, ¡y se pronunció por la jubilación a los 65 años!

Un frente republicano que desarma nuestras luchas y refuerza a la extrema derecha

Los dirigentes del Nuevo Frente Popular han mantenido la ilusión de que se podría luchar contra el avance de la RN convocando al frente republicano durante las últimas elecciones legislativas, incluso a llamar a votar por Borne2 o Darmanin3. Macron aceptó con mucho gusto estos votos de izquierda, lo que le permitió limitar su pérdida en diputados. ¿Pero quién podría imaginar que esto lo involucraría en algo? A menos que se hayan borrado las lecciones de 2017 y 2022, tras la brutal represión de los chalecos amarillos y la aprobación de la reforma de las pensiones…

La disolución provocada por Macron ha abierto una crisis política que los partidos de izquierda que hoy reclaman la cohabitación con él están ayudando a mantener a nivel institucional y parlamentario, sin peligro para los intereses de los ricos. ¡Denuncian como un “golpe por la fuerza” el hecho de que una Asamblea con dos tercios de derechas no dé su aprobación a un primer ministro de izquierdas! Sólo la extrema derecha puede aprovecharse de este circo.

Poner nuestra rabia al servicio de un programa de lucha

Tras el nombramiento de Barnier, decenas de miles de personas, muchas de ellas jóvenes, se manifestaron en muchas ciudades de Francia, expresando su disgusto pero también su rabia. Suficiente para indicarnos el camino a seguir: no se trata de esperar a las próximas elecciones, no es en el parlamento, ni en Matignon, ni en el Elíseo, donde obtendremos algo, sino en las calles, a través de las luchas. No habrá atajos.

Éramos millones de personas manifestándonos y en huelga contra la reforma de las pensiones. Miles de manifestantes afirman incansables su solidaridad con el pueblo palestino durante casi un año. Millones de personas demostraron en la segunda vuelta de las legislativas que rechazaban a la extrema derecha y su racismo desatado. ¡Somos muchos más que aquellos contra quienes luchamos, patrones y gobernantes!

Estos objetivos se podrán lograr nada más que con nuestras movilizaciones

Nos hace falta un plan de batalla para “paralizar el país”. Debemos abordar la raíz del problema: la ofensiva patronal amplia las desigualdades bajando los salarios, degradando de las condiciones de trabajo, multiplicando la pérdida de empleo y la destrucción de servicios públicos útiles para la población. Sólo las luchas de l@s trabajador@s y la juventud pueden revertir la correlación de fuerzas. Aquí es donde debemos poner todas nuestras fuerzas, juntos de ahora en adelante, contra un gobierno de combate Barnier-Macron-Le Pen al servicio de una patronal a la ofensiva. El llamamiento intersindical e interprofesional de huelga el 1 de octubre podría ser la primera vuelta. Respondamos masivamente.

1 Joan Bardella, candidato de RN a primer ministro en las legislativas francesas de julio.

2 Elisabeth Borne, primera ministra de Macron desde 2022 hasta 2024.

3 Gérald Darmanin, ministro de Interior de Macron desde 2020.