DESPUÉS DE LA CAÍDA DE SHEIKH HASINA, ¿HACIA DÓNDE VA BANGLADESH?

Traducción del artículo de Stefan Ino et François Cichaud, del NPA-Revolucionarios del 12 de agosto de 2024

Sólo algunos días después de la caída del gobierno Hasina, un gobierno interino se ha constituido, introducido por el ejército que desde el principio se ha prestado candidato. Dirigido por el premio Nobel de la paz, Muhammad Yunus, este nuevo gobierno pretende llevar la « transición democrática » mediante « la ley y el orden ». ¿Está funcionando la apuesta de las clases dirigentes de Bangladesh de una salida « desde arriba » que permita la continuidad del Estado y de la dominación burguesa? ¿En qué situación se encuentran las clases populares?

« Hay semanas en las que se producen décadas »

Las imágenes de las manifestaciones del 5 de agosto han dado la vuelta al mundo, tanto a través de la ocupación del palacio residencial de Sheikh Hasina por parte de miles de manifestantes como por la huída de ésta en helicóptero hacia la India. Para la población, se ha acometido una verdadera « Segunda Liberación », en referencia a la lucha por la independencia de Bangladesh llevada a cabo entre 1969 y 1971. Pero las referencias al pasado no han protegido al régimen de la liga Awami ni a las estatuas de Sheikh Mujibur Rahman, « héroe de la independencia » y padre de la ex Primera ministra, que los y las manifestantes han desmontando de manera metódica. La liga Awami, en el poder desde hace 15 años, sufre en efecto la rabia de la población: sus militantes son perseguidos, sus locales destruidos e incendiados, al igual que los agentes de policía y las comisarias, denunciados como asesinos al servicio del régimen.

Los mismos que se pusieron por cierto en huelga desde el martes 6 de agosto para escapar a la cólera de la población pero también para pedir una reforma de la policía 1. El vacío creado por la ausencia de la policía fue llenado rápidamente por los y las estudiantes, pero afortunadamente a su manera. Éstos se han encargado de la gestión del tráfico por carreteras en las principales ciudades del país (bajo los aplausos de la población, que se congratula por la fluidez de la circulación como nunca antes) puestos a dar órdenes a los principales dirigentes políticos del país 2, se han puesto a renovar las calles, etc…

Frente a la irrupción de los/as estudiantes y de las clases populares en la calle, algunos burgueses avivan las ascuas de las tensiones religiosas

Pero eso no es todo. La caída del régimen ha conllevado numerosos ataques en contra de la comunidad  hindú (la cual cuenta con el 8% de los 170 millones de habitantes). Las tensiones entre musulmanes e hindúes tienen su origen en la historia colonial de la India, y en la divisiones mantenidas por lo administración británica, y posteriormente alimentadas por los dirigentes nacionalistas indios, pakistaníes y bangladeshí. Aún hoy, la inestabilidad política sirve de pretexto para la exacerbación de las tensiones entre hindúes y musulmanes: los servicios secretos indios han sido acusado en las redes sociales de cometer asesinatos de masa en Bangladesh en la noche del 5 al 6 de agosto, mientras que el gobierno indio y el BJP (partido en el poder) denuncian una campaña calumniosa llevada a cabo desde Pakistán con el fin de alimentar los sentimientos anti hindúes y anti indios (alimentando ellos mismos una campaña anti musulmanes y anti pakistaníes), mientras que el régimen de Hasina y Modi habían conocido un acercamiento estos últimos años. La respuesta de la población a esos ataques racistas ha sido rápida: los estudiantes fueron a defender en grupo a los miembros de la minoría hindú con el fin de contrarrestar toda tentativa de división « comunitaria » o reliogiosa (#hindussafeinbangladesh).

La industria sigue sufriendo las repercusiones de la movilización

La movilización ha desestabilizado por completo la producción y la economía: las destrucciones de infraestructuras, los repetitivos cortes de internet así como los días de descansos forzados, no han beneficiado en nada a los patrones, locales e internacionales, que han visto como sus pedidos se retrasaban o incluso en algunos casos se anulaban. El domingo 4 de agosto, el gobierno anunció tres días de « vacaciones generales » en la función pública por miedo (y con razón) a perder el poder, rápidamente seguido por los bancos y por las fábricas. Entre el domingo y el miércoles (del 5 al 7 de agosto) las fábricas del textil cerraron por orden de la BGMEA, CEOE local, por miedo a que éstas fuesen vandalizadas, o peor aún para sus intereses: a que los trabajadores hiciesen huelga, las ocuparan y se organizaran entorno a sus propias reivindicaciones sociales y políticas. Además, la ausencia de las fuerzas de policía en las calles (en las fábricas) no alentó a los patrones a que reabriesen sus establecimientos. Solicitaron la intervención del ejército para proteger su producción.

La patronal local dudó, por tanto, toda la semana en reabrir sus fábricas, que sólo empezaron en su mayoría a ser operativas el pasado viernes 9 de agosto, pero vigiladas desde muy cerca por el ejército, por una « policía industrial » y por el batallón de acción rápida (fuerza anti terrorista).3 El ejército, el cual había afirmado estar del lado de la población en el momento en el que sintió que se desmoronaba el poder de Hasina, asegura sin ningún problema la continuidad del poder de los patrones y la política de vigilancia a los y las trabajadoras que los antiguos gobiernos ya llevaban a cabo. Pero aunque la producción se reinicia poco a poco, la situación no es buena para la burguesía bangladeshí.

En efecto, la situación actual no gusta a sus mandamáses imperialistas, que ven mal los retrasos de las entregas de los pedidos y dudan en mantener sus relaciones económicas con Bangladesh. Si las multinacionales como H&M o Zara piensan permanecer en Bangladesh, otras empresas, a las que les cuesta más resistir a este tipo de crisis, han anunciado ya mudarse hacia otros países aunque ofrezcan salarios más elevados y por tanto menos « competitivos » que Bangladesh (éstos son generalmente entre un 15 % y 20 % menos elevados que en los demás países). El orden y la seguridad no tienen precio.

¿Hacia un regreso de Sheikh Hasina?

La liga Awami no piensa abandonar tranquilamente el primero plano. Mientras que Sheikh Hasina anunció en un primer momento que dejaba la política, quejándose de que el pueblo de Bangladesh no la reconociera a su justo valor, su hijo (y dirigente político de la liga Awami) multiplica los anuncios provocadores.

De ese modo, Sajeeb Wazed Joy, declaró por ejemplo que su madre pretende dirigir de nuevo el gobierno, que nunca llegó a dimitir de manera oficial y que piensan participar o, en el caso de no poder hacerlo, impugnar las próximas elecciones 4. Se hace un llamamiento a todos los militantes y simpatizantes de la liga Awami a que « se levanten con valor »5.

Paralelamente, numerosos robos se multiplican en el país, añadiendo caos a la situación. En la residencia de Mirpur en Daca, los habitantes han declarado a la prensa haber detenido a alborotadores que « reconocían » haber cobrado dinero de dirigentes de la liga Awami para avivar el caos6. Siguiendo el ejemplo de los estudiantes, comités de vigilancia se estarían poniendo en marcha de manera espontánea en los barrios populares. Una razón añadida por la que el ejército y la patronal hacen lo posible para que las fuerzas de policía (que siguen negándose) empiecen de nuevo con su actividad8, dispuestos a respaldarlos – y sobre todo a protegerlos de la población – con el objeto de impedir que ésta lleve a cabo su propia justica y, por tanto, empiece a acostumbrarse a gestionar por sí sola y colectivamente sus asuntos.

Un vació político del cual el BNP y el Jamaat e Islami pretenden aprovecharse para situar sus propios peones en el tablero, mientras que los principales apoyos de la liga Awami en el seno del Estado se ven abocados a la dimisión y a la huída rápida. De ese modo, manifestaciones organizadas por los partidos de la oposición y los estudiantes tienen por ejemplo como objetivo sustituir los jueces pro Liga, pero cuidado, ¿para acabar siendo sustituidos por los apoyos del BNP o del Jamaat ?9

Las oleadas de la revuelta bangladeshí sacuden el subcontinente indio

La crisis está lejos de cerrarse, y sus consecuencias se extienden en toda la región, empezando por la India. Desde la independencia del Bangladesh a principios de los años 1970, la burguesía india se ha esforzado por llevar al país a su zona de influencia: con el objeto, a la vez, de impedir un acercamiento de éste con Pakistán o China, pero también para sacar provecho económicamente.

Estos últimos años han sido marcados por un acercamiento a la vez diplomático y económico entre la India de Modi y el Bangladesh de Hasina. De ese modo, la India es el segundo socio económico del Bangladesh, al cual le ha abierto varias líneas de crédito, ha participado en la inversión de varias infraestructuras y ha tratado de implantar sus propios capitales. La caída de Hasina, que ha reforzado los lazos con la India en detrimento de China, corre el riesgo de modificar la situación, sobre todo al asegurarse el régimen de Modi la seguridad de la ex dirigente, hasta el punto de mandar a sus Rafale avión de caza) para garantizar su huída de Bangladesh o para acoger a militantes de la Liga Awami que huían del país a pesar de las protestas de la población bangladeshí. La India también está siendo impactada por un movimiento de inmigración de varios miles de hindúes que huyen de las persecuciones en el Bangladesh, hasta el punto de haber suspendido temporalmente su producción de visados, a pesar de su propaganda demagógica pro hindú.

Las grandes potencias están ojo avizor

En cuanto a las principales potencias imperialistas, éstas saludan de manera hipócrita la « transición democrática » llevada a cabo por el ejército y saludan la puesta en marcha del nuevo gobierno de Muhammad Yunus después de haber apoyado de manera tácita al régimen de Hasina guardando silencio con respecto a las masacres sobre los estudiantes. Para los dirigentes imperialistas, sean éstos americanos, europeos o chinos, el principla objetivo es una « vuelta al orden y al respecto de la ley »: sería una mala idea que las fábricas se detuvieran demasiado tiempo. O peor aún, que la revuelta se expandiera en todo el subcontinente indio dónde los gobiernos autoritarios y las condiciones de vida difíciles son el día a día para centenares de millones de personas…

Un nuevo gobierno que sólo tiene de nuevo el nombre…

El ejército ha anunciado rápidamente la conformación de un gobierno provisional cuyo Jefe, Muhammad Yunus, sería nombrado al día siguiente, propuesto para el poder por Students Against Discrimination, y aceptado por el ejército. Ese banquero, « estrella » del micro-crédito, « banquero de los pobres », es popular en el Bangladesh por haber sido un oponente en el exilio al régimen, y fue a menudo atacado por Hasina cunado ésta estaba en el poder.

El anuncio de la nominación de Yunus fue acompañada de un alivio general por parte de la burguesía local e internacional. Antony Blinken, secretaria de Estado de EEUU, « saluda la nominación » del jefe del gobierno, seguido del gobierno chino. Modi, Primer ministro indio, ofrece « sus mejores deseos » al jefe interino, y más tarde, Mahbubur Rahman, presidente de la cámara internacional del comercio de Bangladesh, saluda él también la decisión del ejército. Se puede entender su alivio, el profesor Muhammad Yunus no es un peligroso revolucionario que desee enfrentarse a las raíces de la explotación capitalista. El premio Nobel está convencido que el capitalismo lleva consigo los gérmenes de la emancipación de la humanidad y desea « ayudar a la gente a que se ayude » pretendiendo hacer de cada pobre un emprendedor consagrado, permitiendo a éstos acceder a micro créditos con tasas más ventajosas que las practicadas por los usureros tradicionales. Pero si el « método Yunus », alabado por los medios, pretende ser profundamente progresista, basado en la ayuda mutua de las comunidades y en el empoderamiento de las mujeres, en cambio no se aleja para nada de la lógica del máximo beneficio. De ese modo, numerosos son los grandes bancos a través el mundo que practican el micro crédito con el fin « ayudarse a sí mismas » a realizar nuevos beneficios encerrando a los pobres en espirales de endeudamiento a causa de las tasas de interés exorbitantes. Por ejemplo, el banco Compartamos impone un 195% de intereses a sus clientes y sacaba contabilizando solo el año 2012, 154 millones de dólares de beneficios en Méjico y en Perú. 10

La participación de los estudiantes en el gobierno ¿una falsa buena idea?

La lista de los ministros del gobierno provisional no tardó en ser anunciada después de las negociaciones entre los partidos políticos, el ejército y Students Against Discrimination. Un gobierno en el que no participan ninguno de los partidos tradicionales y compuesto de 17 ministros: banqueros, militares, activistas y dos líderes estudiantiles de Students Against Discrimination, Nahid Islam y Asif Mahmud. Integrándose en el gobierno, los líderes estudiantiles pretenden vigilar la acción de éste: « Los estudiantes van a vigilar principalmente y a señalar los problemas cuando sea necesario. Hay actualmente un debate en torno a la participación de estudiantes en los todos los ministerios. »11 Pero esa participación gubernamental ayuda también a que aumente la legitimidad del nuevo gobierno de cara a las masas, bajo el riesgo de hacer olvidar al resto del equipo, compuesto por buenos gestores del sistema capitalista y de los que algunos trabajaron con el gobierno de Hasina.

¿Hacia unas nuevas elecciones en Bangladesh?

Las masas populares expresan el sentimiento de una liberación del país después de 15 años de régimen de la antigua Primera ministra. Una victoria que permite numerosas posibilidades, pero ¿cuáles? El parlamento ha sido disuelto el 5 de agosto y los principales partidos políticos como el BNP hacen un llamamiento firme a ir hacia nuevas elecciones, previstas por la Constitución en los próximos 90 días. Sin embargo, el gobierno interino no tiene prisa, y parece anunciar que llevará a cabo elecciones en un tiempo más lejano 12. ¿A caso temen las clases dirigentes y los militares que los partidos tradicionales – los cuales, como el BNP, en la oposición desde hace 15 años, reclaman que las elecciones tengan lugar lo antes posible – no sean capaces de « traer de nuevo el orden »? Se trataría entonces para el ejército de esperar a que « el polvo recaiga » con la esperanza de que vayan surgiendo nuevos reagrupamientos capaces de crear ilusión en las masas populares.

El gobierno interino pretende, por tanto, llevar a cabo diferentes reformas antes de las elecciones, con el fin de cambiar las reglas del juego para « volver a generar esperanza » (o ilusiones) a las masas populares en la democracia bangladeshí y así disipar las ganas de seguir movilizándose en la calle.

Está claro que esa es su perspectiva, lo que está menos claro es que sea tan fácil lograrlo después de tantos días de movilizaciones tan determinadas y tan valientes.

Las clases dirigentes tratan de hacer que la calle se traslade a los hogares

El clan Hasina se queja de que la « calle gobierne » y no la ley 13, mientras tanto los estudiantes han obtenido dos dimisiones sucesivas en dos días de los presidentes de la Corte suprema, muy cercanos al antiguo régimen. A pesar de la voluntad de Yunus y del ejército de que los manifestantes « no se obsesionen por los ajustes de cuenta, tal y como si les ha ocurrido a demasiados gobiernos anteriores »14, la población bangladeshí sigue metiendo la nariz en los asuntos de la burguesía. Y hace bien, ya que la burguesía mantiene de manera discreta sus ataques.

De ese modo, las clases dirigentes se apoyan en el sentimiento de odio que existe en contra de la liga Chhatra (organización estudiantil de la liga Awami) para prohibir la presencia de partidos políticos en las universidades. Esa reivindicación está siendo apoyada por los dirigentes estudiantiles de Student Against Discrimination los cuales defienden la no afiliación política de los estudiantes en los campus, en beneficio de la organización sindical, ya que los estudiantes « deben defender los valores del mérito y del conocimiento », sin darse cuenta del alcance del ataque llevado a cabo por la burguesía. Paralelamente, la crisis económica se refuerza15, efactando principalmente a las clases populares, mientras que la bolsa bangladeshí sigue aumentando, subrayando la confianza de los inversores. En efecto, la burguesía pretende liquidar sus pérdidas de las últimas semanas haciéndoselas pagar a los y las trabajadoras, rechazando por ejemplo pagar los salarios del mes de julio en las industrias del textil aludiendo « pérdidas financieras causadas por la movilización ».

« ¿Revolución o rendición? »16

No está nada claro que los/as trabajadoras y el resto de las clases populares se dejen mangonear. Los ataques en contra de la minoría hindú han generado una respuesta en la calle, en contra de las discriminaciones sufridas por las minorías en Bangladesh. En el sector bancario, trabajadores « Anti- Discrimination Banker Society » se manifiestan en contra de las prácticas sospechas de sus insignias 17, mientras que los y las obreras del textil han iniciado unas manifestaciones para conseguir el pago de sus nóminas de julio18. En los mercados de Daca, estudiantes hacen rondas para controlar los precios publicados en los puestos para luchar en contra de las prácticas de los comerciantes poco escrupulosos, para mayor satisfacción de la población19. La caída del régimen Hasina remueve profundamente a la sociedad bangladeshí y hace eco con las últimas movilizaciones populares en la India, en Birmania o en el Sri Lanka, las cuales no habían sin embargo logrado acabar con las raíces de la explotación capitalista. ¿Conseguirán las masas trabajadoras de Bangladesh a encontrar la vía para su emancipación? En Bangladesh y en la inmigración, voces se dejan oír para criticar el « statu quo » generado por la formación del nuevo gobierno.

« Revolución o rendición »: esa es la problemática que se le plantea a las masas de Bangladesh y que podría cambiar la realidad del subcontinente indio.

1  https://bdnews24.com/bangladesh/da3cf8ce17d2
2  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/354010/%C2%A0students-to-fakhrul-ensure-your-car-follows
3  https://www.tbsnews.net/economy/exporters-upbeat-about-loss-recovery-913186

4  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/354239/joy-sheikh-hasina-did-not-resign-before-fleeing

5  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/politics/354026/sajeeb-wazed-joy-not-possible-to-eliminate-awami

6  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/dhaka/354079/robbery-reported-in-various-areas-of-dhaka
7  https://www.tbsnews.net/bangladesh/police-stay-absent-defying-order-remain-firm-11-demands-912711

8  https://www.thedailystar.net/opinion/editorial/news/the-police-must-get-back-work-3673816
9  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/354071/chief-justice-appellate-division-judges-given

https://www.thedailystar.net/news/bangladesh/news/chief-justice-obaidul-hassan-resigns-3673736

10  https://www.wsws.org/en/articles/2014/01/04/micr-j03.html
11  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/354291/ict-adviser-nahid-prioritizes-investigation-into
12  https://bdnews24.com/bangladesh/f48571cde569

13  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/354339/joy-this-is-not-reform-this-is-mob-rule

14 https://www.economist.com/by-invitation/2024/08/06/bangladesh-has-achieved-its-second-liberation-says-muhammad-yunus
15  Los bancos rechazan desde ahora la retirada de tal o cual cantidad de dinero de los cajeros.

16  Imagen maoïsta india sobre la situación en Bangladesh.

17  https://www.dhakatribune.com/bangladesh/354345/miscreants-open-fire-at-islami-bank-head-office-5

18  https://www.thedailystar.net/news/bangladesh/news/rmg-workers-gazipur-join-workplace-demand-dues-3674581

19  https://www.tbsnews.net/bangladesh/students-monitor-bazaars-increased-supply-absence-extortionists-reduce-prices-vegetables