En este dossier reflexionamos sobre la ola de protestas internacionalistas por parte de los y las estudiantes universitarias contra el genocidio sionista y en solidaridad con el pueblo palestino. En esta primera parte, os traemos un artículo que nos muestra las protestas en EEUU en medio de una represión brutal.
Los videos se acumulan y han dado la vuelta al mundo mostrando a pelotones de antidisturbios desatados por las autoridades estadounidenses, desde la noche del sábado 27 al domingo 28 de abril, contra l@s estudiantes que, en número cada vez mayor, en los campus universitarios de EEUU, denuncian el genocidio cometido por el Estado sionista de Israel en Gaza, exigiendo un alto el fuego y rechazando el apoyo militar de Biden a Netanyahu.
A pesar de estas brutales intervenciones policiales, a pesar de las detenciones masivas y de los intentos de desmantelar los campamentos con el uso de gases lacrimógenos y táser, y especialmente a pesar de la criminalización de manifestantes como antisemitas o apóstoles del terrorismo, el movimiento estudiantil claramente continúa intensificándose. Es destacada la presencia de much@s jóvenes de origen judío que quieren decir alto y claro que las masacres perpetradas en Palestina no son en su nombre. De Los Ángeles a Washington, de Nueva York a Austin o Atlanta, la movilización estudiantil está siendo emulada en todo el mundo
La juventud estudiantil se organiza, escandalizada de que una buena parte de las llamadas élites del mundo burgués, al unísono con los funcionarios gubernamentales de los grandes estados imperialistas siguen brindando su apoyo político, moral y material (incluido militar) a un régimen de extrema derecha israelí que ya tiene en sus manos la sangre de 35.000 habitantes de Gaza muertos, a pesar de los lamentos y la insistencia en un inmediato reconocimiento del Estado palestino.
Tras el inicio del objetivo de destruir Gaza en “respuesta” al 7 de octubre, comenzaron las movilizaciones en apoyo al pueblo palestino en los campus universitarios de EEUU. En el Congreso los aliados sionistas de Israel atacaron n diciembre a los presidentes de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Pensilvania, obligándolos a adoptar una política más dura para poner fin a las protestas o a dimitir. En marzo, en respuesta a l@s estudiantes movilizados en Tennessee, el rector canceló unilateralmente una votación del sindicato estudiantil sobre la desinversión en Israel, suspendió y amenazó con expulsar a l@s estudiantes que protestaban por este flagrante ataque a su libertad de expresión.
Esta confrontación llegó a un punto crítico en abril cuando el presidente de la Universidad de Columbia, Nemat Shafik, fue entrevistado en el Congreso. Desde hace meses, l@s estudiantes exigen transparencia sobre los vínculos financieros que mantiene con Israel y las empresas israelíes, que se deshaga de estas inversiones y que se permita a l@s estudiantes expresar su derecho a la libertad de expresión sin ser suspendid@s o sancionad@s. Durante su testimonio, más de un centenar de estudiantes instalaron tiendas de campaña en el césped principal del campus para ocuparlo hasta que se atendieran sus demandas.
Shafik afirmó que se fomentaba el antisemitismo y que l@s estudiantes judí@s no se sentían seguros. Acordó reprimir a los manifestantes y tomar medidas disciplinarias e incluso despedir al menos a 2 profesores que criticaron la violencia de Israel. El 17 de abril, pidió a la policía de Nueva York el arresto de est@s estudiantes por suponer un “peligro claro e inmediato” y el fin de la acampada. A pesar de que Columbia tiene sus propios agentes de seguridad pública, fueron los antidisturbios quienes arrestaron a 108 estudiantes.
Esta represión política y el deseo de sofocar la libertad de expresión han desencadenado un levantamiento estudiantil en EEUU contra la guerra sionista y en defensa de la libertad de expresión. A pesar de las detenciones, l@s estudiantes de Columbia inmediatamente volvieron a ocupar el césped y durmieron allí la noche siguiente, sin tiendas de campaña, a pesar del frío y la lluvia. El sábado 20 de abril, vecinos del área de Nueva York se reunieron en la entrada del campus para apoyar la movilización, las tiendas reaparecieron y el espacio quedó efectivamente reocupado. Al mismo tiempo, estudiantes del MIT, la Universidad de Yale, en Connecticut y en otros campus montaron sus tiendas en solidaridad.
El 21 de abril 54 profesores de la Facultad de Derecho de Columbia, por su parte, publicaron una carta condenando la respuesta del rector a las protestas estudiantiles. Y después de que Shafik anunciara la cancelación de las clases presenciales por supuestas razones de seguridad, más de 100 profesores realizaron una manifestación en el centro del campus con carteles que decían: “No toques a nuestros estudiantes”, “Fin a las suspensiones de estudiantes ahora” y “Restaurar la democracia universitaria”.
La última semana de abril continuaron surgiendo nuevos campamentos en otras universidades de todo el país: Universidad de Carolina del Norte, Charlotte; Universidad de Minnesota; Universidad de California, Berkeley; Instituto Politécnico Cal-State; Universidad de Vanderbilt; Universidad de Michigan; Universidad de Nueva York; New School también en Nueva York; Emerson College y TuftsUniversity, en el área de Boston, entre otras. Se llamó al departamento de policía de Nueva York para desmantelar un campamento en la Universidad de Nueva York, donde 133 personas fueron arrestadas y volvieron a ocupar el espacio cientos más.
Estas protestas son quizás el levantamiento estudiantil más profundo en EEUU desde 1968, cuando estudiantes de universidades como Columbia y Cal-Berkeley estaban a la vanguardia del activismo estudiantil, luchando contra la guerra de Vietnam, por la liberación de l@s estadounidenses negr@s, por una gestión más democrática de sus universidades y por sus derechos a la libertad de expresión. La juventud estudiantil hoy también lucha contra una guerra genocida apoyada por el imperialismo estadounidense y están defendiendo su derecho a expresarse políticamente sin ser intimidad@s o incluso arresta@s por la policía.