El gobierno y las instituciones del estado tendrán que enfrentarse a un otoño que inevitablemente estará marcado por el fallo de la sentencia al juicio político del procés, una decisión cuya respuesta atravesará la columna vertebral política de Catalunya desde el referéndum del 1 de octubre y por consiguiente será protagonista de la situación política en plena campaña electoral y en el período inmediatamente posterior.
Sólo en este escenario se entiende la última dentellada represiva del estado con la detención de 9 miembros de los CDR el pasado lunes 23 de septiembre en una operación de la Audiencia Nacional y encabezada por el ministro de Interior Grande-Marlaska con registros indiscriminados y detenciones arbitrarias, acusados de planear ataques con explosivos entre el el aniversario del 1-O y la sentencia. Pronto los CDR estuvieron en el punto de mira de la represión, al ser los elementos más radicales y movilizados del independentismo: Tamara y Adrià Carrasco fueron los primeros jóvenes independentistas a quienes se les atribuyeron delitos de terrorismo que desaparecieron al cabo de unos meses.
El pasado jueves 26 de septiembre 7 de los detenidos en la llamada Operación Judas del lunes pasaron a prisión provisional sin fianza por integración en grupo de naturaleza terrorista y tenencia ilícita de explosivos; la acusación de rebelión, un delito que la Fiscalía sí apreciaba, fue borrada del mapa. El marco narrativo del “independentismo terrorista” ya estaba trazado y las vinculaciones con ETA desde PP y Cs y el tono amenazante del PSOE invocando un nuevo 155 no han tardado en ponerse sobre la mesa. El estado español prepara su escenario de excepcionalidad en Catalunya como ya lo hizo en Euskal Herria y vuelve a mostrar su verdadera naturaleza represiva y de negación de derechos.
Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR exigimos la libertad y absolución de los detenidos y encarcelados por la Audiencia Nacional, los nuevos 7 presos políticos Edu, Jordi, Xavi, Ferran, Alexis, Txevi y Germinal. Llamamos a la solidaridad efectiva y a la movilización dentro y fuera de Catalunya contra la maquinaria represiva del estado y la criminalización para frenar la lucha legítima por el derecho de autodeterminación.
Libertad pres@s polític@s. El independentismo no es delito