Hace décadas que muchos organismos públicos privatizan sectores como el de limpieza, jardinería, seguridad… para abaratar costes.
En granada, una de estas empresas de limpieza que realiza estos servicios es CLECE, subcontratada por el Patronato de la Alhambra.
Durante 15 años, Jessica ha estado trabajando para el Patronato de la Alhambra, como trabajadora de la limpieza. En todo este tiempo, ha pasado por numerosas empresas (ISS, Athisa, Las Nieves y ahora CLECE) siendo subrogada en cada momento. El 17 de diciembre de 2021, la trabajadora solicitó formalmente una excedencia de 6 meses para intentar quedarse embarazada (fecha inicio: 17 enero 2022). Al cabo de esos 6 meses y tras lograrlo, solicitó una prórroga de su excedencia de otros 6 meses, con fecha de inicio: 18 julio 2022. Al estar disfrutando de dicha prórroga, la trabajadora sufrió un aborto. Esa situación hizo que la trabajadora no se viera en condiciones de regresar a su puesto de trabajo y volviera a pedir una prórroga de 1 año, con fecha de inicio: 19 enero 2023.
Recordamos que según el Convenio Colectivo de Limpieza de Edificios y Locales de Instituciones no Sanitarias de Granada y Provincia en su artículo 39, el disfrute de una excedencia es completamente legal por un periodo mínimo de tres meses y máximo de 5 años, viniendo expresamente recogido la obligación por parte de la empresa de reintegrar a la trabajadora a su puesto de trabajo al finalizar dicha excedencia.
“Todos los trabajadores/as fijos con una antigüedad igual o superior a un año tendrán derecho a que se les reconozca la situación de excedencia voluntaria, por un tiempo mínimo de tres meses y máximo de cinco años. (…) Al término de la excedencia la empresa deberá reintegrarla a su puesto de trabajo en el plazo máximo de un mes”
Sin embargo, la empresa CLECE ha preferido hacer oídos sordos a dicho derecho y negarse a reincorporar a Jessica en su puesto de trabajo sin dar ninguna explicación. La actitud de CLECE niega de facto el derecho al subsidio de la trabajadora.
CLECE vende la imagen de ser una empresa comprometida. En su página web señala que “Clece es una empresa socialmente comprometida con las personas. Un compromiso entendido no como un deber de la compañía o una estrategia diseñada de responsabilidad social, sino como algo inherente a su origen y desarrollo: una empresa de personas para personas.”; al parecer hasta que se trata de cumplir con los derechos de una de sus trabajadoras: en ese momento se acaba la responsabilidad social.
Por otro lado, en cuanto al Patronato de la Alhambra, quien contrata los servicios de CLECE, éste es plenamente conocedor del atropello. Sin embargo, prefiere ponerse de perfil y mirar hacia otro lado. Es intolerable y debemos exigir que el Patronato de la Alhambra tome sus responsabilidades y exija a CLECE que cumpla el convenio y reintegre de manera inmediata a la compañera a su puesto de trabajo en las condiciones previas a la excedencia.
Este atropello muestra una vez más dos problemas estructurales. En primer lugar, la indefensión a la que siguen estando sujetas las mujeres trabajadoras a la hora de disfrutar de permisos totalmente reconocidos por el Convenio y que guardan relación con cuestiones ligadas al embarazo. A unas semanas del 8 de marzo, merece la pena recalcarlo. En segundo lugar, las condiciones precarias a las que se ven sometidas los y las trabajadoras al trabajar en empresas subcontratadas por la Administración pública.
La reforma laboral se ha vendido como la solución a todos los problemas, sin embargo, lo que vemos es que de poco sirve que los trabajos sean menos temporales que antes si las condiciones de trabajo son nefastas, los salarios indignos y, en numerosas ocasiones, contrataciones parciales contra la voluntad del trabajador/a.
Por eso, debemos reclamar empleo público, digno y estable para las trabajadoras de la limpieza en el Patronato de la Alhambra.
