Antecedentes…
Como todas y todos sabemos y recordamos, la crisis de 2008 se trasladó rápidamente de la esfera inmobiliaria y financiera al sector público. El gobierno de Zapatero y posteriormente el de Rajoy aplicaron duros recortes debido a una crisis de deuda pública, provocada en gran parte por el rescate bancario y porque los “especuladores de bien” no podían rentabilizar sus inversiones en las bolsas del mundo y decidieron especular con las deudas soberanas de los países del sur de Europa.
Los recortes campaban a sus anchas cada viernes en cada consejo de ministros, siendo los servicios sociales y los servicios públicos las políticas más afectadas (así ya de paso se dejaba hueco al sector privado para quien pudiera permitírselo) En educación, los recortes fueron especialmente virulentos, siendo la Galicia una de las comunidades más afectada en este ámbito.
Los recortes básicamente consistieron en: reducción salarial (congelación de sueldos y quita de una de las dos pagas extras, lo que en la práctica es una reducción del 8% de la masa salarial), aumento de horas lectivas (de 18 a 21 en secundaria y de 21 a 25 en primaria, lo que provocó el despido de miles y miles de docentes en todas las comunidades autónomas), reducción de presupuestos para los centros educativos, congelación de oposiciones, recorte de permisos y un largo etc. que sometió al conjunto de la comunidad educativa a un gran estrés y sufrimiento durante años.
En la mayoría de comunidades, poco a poco y después de luchas masivas por parte de las “mareas verdes” se fueron recuperando las condiciones anteriores a 2011, aunque éstas ya eran y son problemáticas ya que el conjunto de la comunidad educativa de todas las comunidades autónomas ha denunciado por activa y por pasiva las ratios masificadas de alumnado por clase (25 en primaria, 30 en secundaria y 35 en bachillerato), la falta de medios para atender a la diversidad y poder realizar la función docente con normalidad conforme a las exigencias educativas actuales y un largo etcétera de reivindicaciones por conseguir. Pero aún quedan comunidades autónomas donde su competencia en educación ni siquiera ha revertido los recortes anteriormente citados. Una de ellas es Galicia.
Negociaciones…
En la situación política actual: inestabilidad y enfrentamiento entre gobiernos de comunidades autónomas y el gobierno central, Feijoó que salió de la presidencia de la Xunta de Galicia para presidir el PP estatal y las próximas elecciones autonómicas en este territorio, la Xunta decidió llamar a principio de curso a los sindicatos representativos para una negociación, a espaldas de la comunidad educativa y por la puerta de atrás; para la “mejora de la calidad educativa”
En dichas negociaciones, lo que se ofrecía era la subida de un complemento salarial cuya cantidad media eran cinco euros brutos al mes, una bajada de ratio que empezara en 1º de primaria y fuera avanzando en cada curso (con lo cual haría falta una década para la bajada de ratio completa), la creación de una comisión para “aligerar” la burocracia, contar al alumnado repetidor dentro del cómputo para la ratio y con discapacidad mayor o igual al 33% como doble y poco más. Estas propuestas, a pesar de ser claramente insuficientes; convencieron a organizaciones sindicales como ANPE UGT y CCOO.
Afortunadamente, otras organizaciones sindicales como CIGA, STEG y otras se negaron a aceptar unas condiciones que eran claramente insuficientes. Apenas nada sobre la recuperación del horario lectivo anterior a 2012, bajada de ratio en un plazo demasiado extenso, ni siquiera se mencionaba la recuperación de la paga extra perdida y así con prácticamente todas las reivindicaciones históricas de la comunidad educativa gallega y su profesorado. Además, por la puerta de atrás el acuerdo incluía una subida salarial mucho mayor en porcentaje a la inspección educativa y los asesores de educación de la Xunta…
Contra el acuerdo de la vergüenza, ¡huelga general educativa!
Ante esta situación la comunidad educativa con el profesorado a la cabeza planteó un noviembre de masivas movilizaciones y huelgas con un gran seguimiento en cuanto al sector docente se refiere. El rechazo al acuerdo de la vergüenza es masivo y la Xunta, a la par que desacredita las movilizaciones por “radicales” y por tener “intenciones políticas”; plantea ya ciertas concesiones aún insuficientes para los y las huelguistas, que llegaron a encerrarse y ser desalojados en el edificio de la Consellería. Con el comienzo del segundo trimestre se verán nuevas movilizaciones.
La solidaridad y la extensión del conflicto, la asignatura pendiente para el segundo trimestre
Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria lo tenemos claro, es de vital importancia que las organizaciones sindicales y el conjunto del profesorado que se moviliza, extienda este conflicto al resto del Estado. La lucha es justa, necesaria y además puede ser la palanca que active el avance de las reivindicaciones en muchas comunidades autónomas que compartimos el mismo análisis y las mismas soluciones ante los problemas de una educación cada vez más privatizada y precaria.
Es necesario avanzar en la coordinación de aquellos y aquellas que se movilizan con fechas de huelga comunes y movilizaciones que denuncien una situación casi ya insostenible. En el próximo año ya se anuncia la tan conocida y temida “consolidación fiscal” y es evidente que la educación no se salvará de los recortes a menos que nos movilicemos desde ya en todos los territorios.