Ha pasado más de una semana desde que el ejército marroquí atacara a la población civil saharaui que se manifestaba desde hace un mes en el paso de El Guerguerat, un paso utilizado por el ocupante alauita para trasladar los recursos naturales saharauis expropiados ilegalmente en su territorio. La gravedad de los acontecimientos son de tal nivel que el silencio o la condescendencia de buena parte de la comunidad internacional y el estado español deberían causar un rechazo e indignación ante el que la izquierda revolucionaria e internacionalista tiene que salir al frente.
La agresión del régimen marroquí del pasado 13 de noviembre, demás de ser la violación de un derecho fundamental, supone la violación del Acuerdo Militar nº 1 por el que se estableció el alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos con la supervisión de la ONU. Por tanto, el gobierno saharaui y su Ejército de Liberación Nacional están legitimados para actuar en legítima defensa protegiendo a la población civil frente al agresor y ocupante marroquí y en defensa de su soberanía territorial.
Con esa firma de entonces, el Frente Polisario, único representante legítimo del pueblo saharaui, tal y como lo acreditan la ONU y la Unión Africana, decidió sustituir las armas confiando demasiado ingenuamente en que la comunidad internacional sería capaz de llevar a buen término mediante la misión MINURSO la descolonización del Sahara Occidental, la última colonia de África,a cuya población el estado español abandonó en 1975, con la convocatoria de un referéndum de autodeterminación que año tras año ha quedado escandalosamente pospuesto, cediendo al chantaje de Marruecos.
El estado español, potencia administradora y responsable de la situación de l@s trabajador@s y refugiad@s saharauis, debe asumir su responsabilidad histórica en este conflicto: el gobierno está obligado a denunciar aquel infame acuerdo y reparar el mal inflingido al pueblo saharaui 49 años después. Pese a su continuado apoyo al régimen alauita en forma de sus acuerdos económicos, mlitares y de venta de armas, tenía ahora una oprtunidad de oro para desmarcarse de la ignominia de ponerse de frente tratando al Sáhara Occidental como un incómdo lastre histórico en forma de patio trasero, y ponerse unívocamente del lado del pueblo saharaui al que nunca debió abandonar.
Sin embargo nada de eso hemos encontrado en el mal llamado gobierno de izquierdas. La tímida y declaración por twitter del vicepresidente Pablo Iglesias y del ministro Alberto Garzón 48h después recordando, como quien cita un libro, la necesidad de una autodeterminación para el pueblo saharaui acordada, obligó a que el gobierno PSOE-UP se sacudiera las vergüenzas: la ministra de Exteriores le comunicó ipso facto a Marruecos, Mauritania y Argelia que el gobierno de Pedro Sánchez no había cambiado su postura sobre la cuestión saharaui. Era una oportunidad de oro para que UP reclamara su papel en el gobierno mas allá de una retórica internacionalista de apoyo a los pueblos ocupados, una ocasión para romper la ignominiosa uniformidad.
Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR condenamos enérgicamente esta declaración de guerra del lado marroquí que choca con todos los Derechos Humanos y denunciamos el papel subsidiario de la ONU, que ni siquiera es capaz de hacer cumplir sus vacías resoluciones y sigue a la sombra del chantaje alauita, así como exigimos al gobierno PSOE-UP la denuncia sin ambigüedades de esta agresión y la ruptura de los acuerdos económicos con el régimen marroquí, gracias a los que las empresas del Ibex obtienen suculentos beneficios en tierras saharauis.
Seguimos comprometidos, como no podía ser de otra forma, con la legítima defensa del Sáhara occidental que hace el Frente Polisario, el ejercicio del derecho de autodeterminación de su pueblo, así como con dar una respuesta en la calle firme, de clase e internacionalista, para expresar la solidaridad fraternal con el pueblo trabajador saharaui y denuncia el cobarde silencio (o los balbuceos) del PSOE y Unidas Podemos.
¡Sáhara Libre Ya! ¡Polisario vencerá!