PSOE-SUMAR APUESTAN POR EL REARME Y LA ESCALADA ATLANTISTA CON UN PRESUPUESTO RÉCORD

El pasado 22 de abril la legislatura y la engañosa narrativa del “gobierno de izquierdas” dio una nueva vuelta de tuerca: el presidente Sánchez institucionalizó de manera solemne el rearme del E.Español en rueda de prensa en Moncloa para anunciar que su gobierno iba a acatar las indicaciones de Trump y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien se lo agradecía al día siguiente por redes, de aumentar este mismo año el gasto militar hasta el 2% del PIB. El compromiso tiene implicaciones de carácter estructural.

El gobierno en su conjunto da así un salto en su progresiva escalada militarista desde 2020 con Unidas Podemos y parece hacer suya la famosa citada del tratado militar romano “Si quieres la paz, prepara la guerra”. Con la pomposa denominación de Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, por valor de 10.471 millones de euros, se aumentaría el gasto militar hasta los 33.123 millones excusándose en la “autonomía estratégica” futura de una UE que busca hacer frente al abandono de EEUU. Lejos quedaría la promesa de llegar a esta cifra en 2029, como se había puesto sobre la mesa en un principio.

La posibilidad de un ataque inminente de Rusia dentro de las fronteras de la UE es el “sueño húmedo” de la Comisión Europea que sirvió para justificar la aceleración de la deriva militarista ya en 2024. Pero fue el 6 de marzo cuando Ursula von der Leyen sentenció que estamos en una era de rearme», parte de una escenografía calculada y previa a que Bruselas presentara su ambicioso plan «Rearm Europe” para movilizar 800.000 millones de euros en los que se inserta la hoja de ruta puesta en marcha por el “gobierno progresista” de E. Español.

Una vez confirmada la patada a la OTAN de Trump, esta maniobra para canalizar ingentes recursos públicos hacia los gigantes armamentísticos y adoptar una agenda presupuestaria comunitaria de matriz belicista por los gobiernos de la UE impone definitivamente un consenso verde oliva en que solamente se discute ya la forma: costearlo vía eurobonos, que sería la opción por la que apuestan Sánchez y Díaz, o a través del endeudamiento de cada uno de los estados en un marco de relajamiento de las reglas fiscales.

Para Pere Ortega, del Centro Delàs de Estudios por la Paz, el gasto militar ya era excesivo con PSOE-UP y antes del anuncio de Pedro Sánchez, pero con este nuevo aumento se convierte en un “crimen de lesa humanidad” y las matemáticas no engañan: el gasto militar real asciende hasta los 40.457 millones de euros, un 2,48% del PIB español, puesto que tenía fraccionadas las partidas en diferentes ministerios que impiden una cuantificación real en materia armamentística. Implica que el gasto real duplicó lo inicialmente previsto.

En efecto, a pesar de que en la comparecencia del Congreso Sánchez aseguró que “no se va a tocar ni un céntimo de euro” de la inversión destinada al estado de bienestar, el gasto que será detraído del plan de inversión de los Fondos Next Generation EU es de tal magnitud que impondrá recortes en otras partidas y muchos recursos no se podrán destinar a la economía productiva a través del resto de ministerios de carácter civil. Oxfam Intermón señala la vergüenza de que el gobierno destine 8 veces más a Defensa que a cooperación internacional.

Ante tal perspectiva militarista, la izquierda anticapitalista y revolucionaria y el conjunto de la clase trabajadora, avergonzada de la burocracia sindical que pidió el 1º de mayo un impuesto europeo para armamento, debe levantar un amplio y sostenido movimiento contra el rearme y los presupuestos de guerra y el imperialismo que se enfrente a la retórica de “unidad nacional/ europeísta” y al chovinismo y que denuncie que con la guerra, beneficiando a los mercaderes y capitalistas, más que nunca se trata de un ataque a nuestros derechos sociales y laborales.