Los y las interinas de Andalucía han vuelto este curso a movilizarse y luchar por una estabilidad laboral que parece no llegar, aun cuando el propio Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictado varias sentencias (febrero y junio de 2024) en las que condena al Estado Español por abuso de temporalidad y fraude de ley al tener una elevada tasa de interinidad en la que estos trabajadores y trabajadoras encadenan contratos temporales, lo cual afecta negativamente en numerosos aspectos que van desde la propia conciliación familiar de los y las docentes, a la inestabilidad de los claustros y el detrimento de la calidad de la educación pública en general.
Este curso 2024-2025, con la llegada de una nueva convocatoria de oposiciones tanto en primaria como secundaria, el movimiento de interinos e interinas de Andalucía ha vuelto a tener un auge en cuanto a movilizaciones, pues esta situación no es otra cosa más que un nuevo ERE encubierto, es decir, se han ofertado un número de plazas a esta convocatoria que debían haberse incluido en el anterior proceso de estabilización de la Orden de diciembre de 2022, o incluso en las oposiciones no eliminatorias del curso pasado 2023-2024).
¿Qué consecuencias tiene esto para los y las interinas andaluzas? Pues aquel o aquella que no saque plaza en esta convocatoria podrá ver sus condiciones laborales altamente mermadas: en el mejor de los casos, podrá ser convocado/a más tarde, no obtener vacante y pasar el curso haciendo sustituciones temporales o más lejos de casa, o, en el peor de los escenarios, verse en la calle si pasa a posiciones más bajas en la lista de interinidad de su especialidad.
Dentro de este desolador escenario, surge en verano de 2024 el Sindicato Independiente de Interinos Docentes de Andalucía (SIIDEA), que convocó varias jornadas de huelga de 2 días que comenzaron el 5 y 6 de febrero y serían sucesivos cada miércoles y jueves, pero que fueron finalmente desconvocadas por desavenencias internar en este sindicato. Así mismo, SIIDEA convocó varias movilizaciones en Sevilla, como la del pasado 20 de febrero que llegó a congregar a más de 2000 personas. Esta situación recalca una vez más el estado de indignación del personal docente interino, quienes viven con el miedo de verse en la calle si no obtienen plaza, que ven como la Consejería de Educación convoca unas oposiciones con el único objetivo de no tener sanciones por parte de Europa con la técnica de estabilizar plazas en lugar de personas, y no sacar realmente el número de plazas necesarias en nuestra educación pública en cada una de las especialidades tanto de primaria como de secundaria.
No sólo SIIDEA ha funcionado como reactivador del movimiento de interinos/as. Este mismo curso, tras una de estas huelgas, surgió en Granada una propuesta de asamblea que tuvo lugar el 26 de febrero y tuvo como acuerdos principales la creación de una coordinadora andaluza de interinos/as y aspirantes y la celebración de una asamblea andaluza en Archidona el pasado 15 de marzo. A esta asamblea acudieron interinos/as y funcionarios/as a título personal, así como representantes de CGT, CSTA, y Marea Verde Cádiz y Granada. Acordaron una nueva jornada de huelga para el próximo 14 de mayo, la cual finalmente sólo apoyan CSTA, CGT Andalucía y Docentes por la Pública. Por otra parte, SIIDEA se desvincula por el momento de esta asamblea y convoca también huelga indefinida a partir del 21 de abril con concentración en Sevilla el 23 de abril.
El movimiento de interinos/as y aspirantes surgido de la asamblea de Archidona también puso sobre la mesa la huelga indefinida tras 14 de mayo, si bien podemos tener seguridad de que el éxito de una huelga (indefinida o no) está ligado a como ésta se construye. Una huelga no será suficiente si no se construye bien desde abajo, es decir, con asambleas en los centros, asambleas provinciales, con un buen comité de huelga y un gran trabajo unitario. Sin una huelga que se extienda (en el tiempo y en número), y que además sea unitaria, no se podrá presionar a la Administración, y a la masificación de la huelga se llega a través de la autoorganización, de la movilización y, en definitiva, a la correlación de fuerzas, incluyendo a las organizaciones sindicales (obreras y estudiantiles), pero también a otros colectivos (FAMPAS, PTIS, PAS…), e incluso sectores (por ejemplo, interinos/as del sector público o incluso trabajadores/as del sector privado).
Está claro que la movilización de los/as docentes interinos/as en Andalucía deberá continuar en los próximos cursos, pues su situación de precariedad no tiene miras de acabar en 2025 como no lo hizo en 2018 a pesar del gran movimiento que hubo, con manifestaciones de hasta 10.000 personas. Ambas etapas son momentos de experiencia de lucha con los que aprender y reforzar al sector de la educación pública con el objetivo así de seguir luchando por la mejora del sistema educativo público en su conjunto y de enfrentarse a las administraciones tanto autonómica como estatal.