POR QUÉ MAYOTTE NO DICE “GRACIAS, MACRON”

Macron se imaginaba que podría ser recibido como un mesías en Mayotte, devastada por el ciclón Chido. No ha pasado nada. Reprendido por sus habitantes, a los que criticó por estar…politizados. ¡Como si no tratara por su parte con esta visita de aumentar su popularidad, ahora en lo más bajo! Pero lo más chocante es escucharle afirmar que “si Mayotte no fuera Francia, estaríais 10.000 veces más en la mierda”. Porque cuando se reflexiona bien, uno empieza a pensar lo contrario.

Efectivamente el ciclón Chido ha sorprendido. En lugar de perder parte de su fuerza sobre Madagascar, atacó Mayotte con toda su fuerza. El número de fallecidos supera claramente los 35 reconocidos oficialmente. Pueden ascender a miles, la catástrofe más mortífera que Francia haya conocido jamás. Pero es un desastre que es de todo menos natural.

Pues Mayotte es una “Francia” que tiene mucho más que ver con los países más pobres y menos industrializados que con la metrópoli, es una colonia donde el 77% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y el 50% con menos de 160 euros, y una tasa de desempleo del 30%: l@s trabajador@s pobres y ultrapobres son legión. Los niños van al colegio media jornada por falta de plazas. Cuando Chido pasó, borró del mapa las “bangas”, barrios de chabolas que albergaban a decenas de miles de habitantes.

Sí, estas viviendas insalubres son una de las principales causas del desastre. Cuatro de cada diez viviendas son de chapa y el 60% carece de condiciones sanitarias básicas (agua corriente, sanitarios o duchas). Sin embargo, algunos países pobres soportan mucho mejor los ciclones. A finales de octubre y principios de noviembre, Cuba sufrió 2 sucesivos y sólo mataron a 8 personas, mientras la población carecía de todo.

Convertir a las víctimas en culpables

En Mayotte, a diferencia de Cuba, los habitantes no se refugiaron en los refugios abiertos por las autoridades. La mayoría de los medios de comunicación difundieron la semana pasada la propaganda de estado descargando la responsabilidad sobre l@s numeros@s inmigrantes de las otras 3 islas con que Mayotte forma el archipiélago de las Comoras. Serían ellos quienes amenazarían con saquear las casas, igual que se les atribuyó la elevada tasa de criminalidad en Mayotte. Sería su afluencia la que explicaría el gran número de víctimas. Mentira: en las “bangas”, el ciclón golpeó a sus víctimas sin preocuparse por la nacionalidad.

La responsabilidad del imperialismo francés

Además, hasta 1975 nadie distinguía a los habitantes de Mayotte de l@s demás comoran@s. Fue el Estado francés el que, después de haber colonizado el archipiélago de las Comoras durante más de un siglo, lo desmembró. Para conservar Mayotte (su base naval y su base de comunicaciones que, entre otras cosas, sirvió para espiar al movimiento antiapartheid y al ANC de Nelson Mandela de Sudáfrica), reconoció la independencia sólo en las otras 3 islas. La ONU ha condenado varias veces a Francia por esto.

Incluso después de 1975, los habitantes del archipiélago mantuvieron vínculos, empezando por los matrimonios, mixtos en un tercio de los casos. Con el apoyo de la burguesía local, el Estado francés hizo creer a los habitantes de Mayotte que mejorar su suerte requería lealtad a Francia. Hasta el punto de que la Agrupación Nacional (RN) de Le Pen obtuvo el 42% de los votos de una población negra y mayoritariamente musulmana, por la que los dirigentes de la RN sienten no menos desprecio que Macron.

Hoy, la población de Mayotte, golpeada como nunca antes, descubre que su dependencia de Francia significa que se les trata como parias. Que la ayuda humanitaria no llega, o muy lentamente. Que a los líderes políticos les importa menos su supervivencia que perseguir a l@s comoran@s.

La única solidaridad válida es la que une a l@s trabajador@s, más allá de todas las fronteras. ¡Que esta lección haga golpear las conciencias, tanto en Francia continental como en Mayotte!