FRENTE A LOS ATAQUES DE LA PATRONAL, NECESITAMOS UN CONTRAATAQUE DE LOS Y LAS TRABAJADORAS

Michel Barnier, un viejo politicucho de derechas, sustituido por François Bayrou, otro viejo politicucho de derechas. Vamos apañados/as. Mientras que los medios de comunicación no dejan de especular sobre lo que será este nuevo gobierno, la vida sigue su curso con su paquete de ataques patronales en contra de los y las trabajadoras.

No nos corresponde a nosotros/as pagar su deuda

Con la excusa del “déficit presupuestario” y de la deuda, deberíamos ahorrar decenas de miles de millones de euros. La agencia Moody’s, que mide las capacidades de devolución de los Estados, ha bajado la nota de Francia como consecuencia de la caída de Michel Barnier, con el objeto de recordar a este nuevo gobierno que debe ir en el mismo sentido que sus predecesores, es decir hacia una política de austeridad.

Pero la austeridad, sólo va dirigida para las clases populares: para las empresas y sus accionistas, es barra libre. En el año 2023, el Estado francés ha pagado, en lugar de los patrones, 80 000 millones de euros para que éstos no tengan que asumir las cargas sociales relacionadas con los bajos salarios. Sin contar también con la puesta en marcha de 467 disposiciones fiscales exonerantes, a pesar de que los beneficios de las empresas del CAC 401 hayan alcanzado los 149 000 millones de euros en 2023 y vayan a lograr la misma cifra en 2024.

Dinero hay, pero los dirigentes políticos han desde hace tiempo escogido su bando. Recortes en los presupuesto para la educación – con supresiones de plazas a pesar de que las aulas estén sobrecargadas -, en los hospitales – a pesar de las promesas de Macron, se siguen suprimiendo camas -, en la cultura, etc. Pero los ricos podrán seguir pagándose hospitales y escuelas privadas para ellos y para sus hijos/as.

El tsunami de despidos: un ataque general de la patronal

Desde hace meses, los anuncios que hablan de despidos se acumulan como en MA France, Valeo, Michelin, Auchan, Vencorex, ArcelorMittal, ExxonMobil, etc. Un verdadero tsunami en contra de los y las trabajadoras. Una oleada que toca igualmente a nuestros vecinos alemanas, en empresas como Volkswagen, Bosch o Thyssen.

Sin embargo, todas las empresas que despiden han reivindicado beneficios ingentes a lo largo de estos últimos años. No tienen ningún problema solo quieren sacar más beneficios suprimiendo puestos de trabajo. La producción se repartirá entre otras fábricas, como es el caso en La Poste (Correos), la cual se prepara para cerrar siete plataformas industriales de clasificación del correo.

Hacer converger la luchas aisladas

La patronal, apoyada por el Estado, está a la ofensiva en todos los frentes. Debemos contraatacar sin esperar ningún tipo de solución electoral.

Se podía esperar que los diferentes movimientos iniciados por las confederaciones sindicales – la huelga del 5 de diciembre, la del 12 – anunciarían una voluntad de hacer converger las rabias. Pero en ningún caso. Trabajadores/as luchan en el sector químico, en las subcontratas relacionadas con el sector del automóvil, aislados, y no se hace nada para que converjan sus luchas y para tratar de jugar un papel en la situación política. Las direcciones sindicales solo ven en cada jornada de lucha una oportunidad para “interpelar a los poderes públicos y al presidente de la República”, como lo ha declarado Sophie Binet2, dirigente de la CGT, en la radio RTL.

Frente a los ataques de la patronal, no tenemos nada que esperar de las negociaciones en los salones de Matignon o de los consejos de administración de los patrones. Podemos organizarnos, construir lazos de lucha, siguiendo el ejemplo de los equipos de Stellantis Poissy (en la región de los Yvelines) los cuales han apoyado a sus compañeros/as de Douvrin (en la región del Pas-de-Calais) el pasado martes 10 de diciembre. Así como el ejemplo de los asalariados/as de la plataforma química Vencorex en el Pont-de-Claix (en la región del Isère), en huelga desde hace más de dos meses, los cuales han ido a apoyar in situ el piquete de huelga de sus vecinos de Arkema.

Como lo solemos decir en nuestras manifestaciones: «No es en los salones, no es en Matignon, que lograremos satisfacción », sino más bien tomando las riendas de nuestras vidas.

1 El IBEX 35 francés

2 Secretaria general de la CGT