GISÈLE PELICOT DA VOZ A TODAS LAS MUJERES QUE LUCHAN CONTRA ESTA SOCIEDAD

El pasado 2 de septiembre se inició el juicio de Dominique Pelicot. Ese padre de familia drogó, durante años, a su mujer, Gisèle, para someterla a violaciones y violencias sexuales. Pero en este juicio, no sólo comparece Dominique Pelicot. Junto a él, otros cincuenta acusados más que participaron en dichas violaciones. Dominique Pelicot los contactó por medio de una página web conocida por ser un lugar de encuentro de depredadores sexuales y de pedocriminales. Una web que sin embargo sólo fue clausurada en junio de 2024, después de más de 23 000 procedimientos jurídicos iniciados.

Un crímen que recuerda que las violencias en contra de las mujeres siguen siendo un rasgo fundamental de la sociedad actual

Dominique Pelicot afirmó que, en esa web, sólo tres hombres de cada diez rechazaban sus proposiciones. Lo que está claro es que ninguno lo denunció nunca.

Los comentaristas subrayan el hecho de que esos cincuenta coacusados son “personas cualquiera”. Pues sí, este juicio nos recuerda que la inmensa mayoría de las violaciones en la sociedad están llevadas a cabo por gente cercana a las víctimas, a menudo la pareja o marido. Los recientes acontecimientos relacionados con la familia Duhamel[1] han permitido recordar también que el incesto sigue siendo un hecho común en muchas familias…

Entre 2020 y 2021, el número de feminicidios ha aumentado un 20% y los estudios muestran que solo 0,6% de las violaciones e intentos de violaciones se han saldado por una condena. Las revelaciones alrededor del Abbé Pierre[2] y el reconocimiento del Papa de que el propio Vaticano era conocedor de sus actuaciones, demuestra a las claras hasta qué punto las instituciones tratan de ocultar esa violencia tan común.

Un crimen que simboliza la violencia de la sociedad capitalista y patriarcal

Esos crímenes sórdidos no tienen por desgracia nada de sorprendentes en la sociedad en la que vivimos. La explotación es el fundamento del capitalismo, la cual se apoya sobre todo lo que pueda ayudarle a mantenerse, y en ese sentido, la opresión de las mujeres es un elemento más. En 2024, las mujeres siguen ganando de media un 24% menos que los hombres. Para mantener su dominación, los capitalistas utilizan todo lo que puede dividir a los trabajadores y a las trabajadoras: el sexismo, el racismo y los prejuicios más reaccionarios son ejemplos de ello.

Luchas de las mujeres que generan esperanza

Gisèle Pelicot ha elegido rechazar un juicio a puerta cerrada y testificar a rostro descubierto en la prensa afirmando:«No testifico para mí, sino para todas esas mujeres que padecen la sumisión química. Su abogado ha añadido: «Es necesario que la vergüenza cambie de bando.» El pasado sábado 14 de septiembre, miles de mujeres manifestaron en apoyo a Gisèle Pelicot y en contra de las violencias hacia las mujeres.

Esa oleada de solidaridad entra en resonancia con el levantamiento de las mujeres en la India en contra de la violación y del asesinato de una joven médica en el hospital en el que ejercía. Hace también eco con todas las movilizaciones de las mujeres que han tenido lugar esos últimos meses a escala internacional, en contra del intento de prohibición del derecho al aborto en Polonia, a favor de su legalización en Argentina, sin olvidar al movimiento revolucionario de las mujeres en Irán…

Estamos decididamente del lado de esas mujeres que luchan para acabar con el capitalismo, con sus opresiones y con todas las violencias que se desprenden de dicho sistema.


[1] Exprofesor universitario y politólogo francés que ha reconocido haber abusado de su hijastro. Fue miembro socialista del Parlamento Europeo de 1997 a 2004.

[2] Henri Grouès, más conocido como el Abate Pierre (Abbé Pierre en francés) o El ángel de los pobres (Lyon, 5 de agosto de 1912 – París, 22 de enero de 20071), fue un sacerdote católico francés, miembro de la Resistencia, donde adquirió su sobrenombre, y diputado en la Asamblea de la IV República, fundador en 1949 del movimiento Emaús, también conocido por sus orígenes como «traperos de Emaús», una organización de lucha contra la exclusión y la pobreza. Hace pocos meses fue acusado de abusos sexuales por decenas de mujeres.