ELECCIONES EN SRI LANKA: LA GENTE QUERÍA ACABAR CON EL SISTEMA POLÍTICO BURGUÉS DE ALTERNANCIA

Don Samantha, responsable del blog socialista panasiático Asia Commune y militante revolucionario de Sri Lanka exiliado en Francia, da su punto de vista sobre la situación política tras las elecciones presidenciales en su país del pasado 23 de septiembre.

Ese día Anura Kumara Dissanayake (AKD) fue elegido presidente de Sri Lanka, en nombre de la coalición del Poder Popular Nacional (PNP), cuya fuerza más importante es el partido maoísta JVP. La isla de 22 millones de habitantes frente a la costa de la India fue noticia en julio de 2022 cuando una movilización masiva de la población provocó la huida del presidente, del clan Rajapaksa, en el poder durante años. La población expresó su enojo por la crisis económica y el desabastecimiento. En los barrios populares se organizaron movilizaciones en comités locales antes de sitiar el palacio presidencial e invadirlo, junto a otros edificios públicos.

El clan Rajapaksa, gobernante durante 20 años, vendió las «joyas de la corona», en particular las empresas estatales, y el país a los imperialistas de todos los bandos. Ranil Wicremesingue, un viejo marrullero político, reemplazó a Gotabaya Rajapaksa tras las movilizaciones de 2022, pero una de sus primeras medidas fue reembolsar la elevada deuda pública (114,2% del PIB en 2022) recurriendo al fondo de pensiones de l@s trabajador@s públic@s.

¿Cuál es el sentimiento general de la población sobre la elección del AKD?

La gente globalmente está satisfecha. El PNP obtuvo el 46% de los votos, el candidato burgués de la oposición sólo obtuvo el 32% y el expresidente Ranil Wicremesinge el 17%. Las 5 listas de extrema izquierda combinadas alcanzaron menos del 1%. La gente quería liberar el sistema político burgués de alternancia, votar prolongando las movilizaciones contra los Rajapaksa de 2022 (“aragalaya”, lucha en cingalés). La gente lleva años en la pobreza y la movilización contra la corrupción no fue obra de organizaciones políticas sino de la propia población.

El mandato del PNP es prolongar la movilización. Desafortunadamente, la lucha de 2022 no logró producir un liderazgo alternativo a las organizaciones tradicionales, pero la población quería acabar con el régimen. Se votó mayoritariamente por Anura Kumara, del JVP, porque los demás componentes de la movilización de 2022 estaban dispersos: unos ingresaron en sindicatos, partidos de izquierda, ONGs y otros se exiliaron. La elección del AKD sigue siendo una señal positiva.

Ante las dificultades económicas que provocaron la movilización de 2022, ¿en qué situación está la clase trabajadora?

Según el gobierno, la inflación ha caído al 2%, pero cuando la gente va de compras tiene la impresión de que los precios siguen siendo altos. La India y el FMI otorgaron préstamos a Sri Lanka para que el gobierno no devaluara la moneda. Sin embargo, según las ONGs, el 30% de la infancia de Sri Lanka está desnutrida. Por eso la población quería desocupar al régimen. A pesar de todo, ya no hay colas para conseguir suministros de petróleo como ocurría en 2022. Con los créditos concedidos por la India, la situación parece volver a normalidad.

¿Qué políticas quiere implementar el PNP en relación con la deuda?

El JVP, principal miembro del PNP, del que procede Anura Kumara, es un partido maoísta creado en los años 60, pero las posiciones políticas son otras. El día después de su elección, emitió una nota de prensa diciendo que estaba dispuesto a trabajar con el FMI, afirmó que era necesario «renegociar la deuda», pero de manera vaga, sin especificar las medidas que tomaría. Las agencias de calificación han decidido no rebajar la calificación de los préstamos de Sri Lanka y el presidente dijo que estaba poniendo al país en estado de emergencia.

¿Cuál es la política de Anura Kumara sobre la cuestión tamil (grupo étnico minoritario en Sri Lanka, el 16% de la población con lengua propia y de religión hindú)?

Antes de las elecciones, Anura Kumara visitó la capital tamil en el norte del país, Jaffna, pero nunca se ha pronunciado sobre las masacres organizadas por el gobierno de Rakpaksa en 2009 en las que participó el JVP: más de 40.000 muert@s y 15.000 desaparecid@s. Se han creado comisiones a nivel parlamentario para esclarecer estos acontecimientos. Los tamiles votaron abrumadoramente a favor de los partidos burgueses y contra Anura Kumara, a pesar de que los resultados en el norte y el este son superiores a los del JVP en el pasado.

El JVP es una escisión maoísta del Partido Comunista de Sri Lanka que data de 1965. Es particularmente conocido por 2 intentos de golpe de estado (1971 y 1987-1989), en los que lanzó a decenas de miles de sus militantes al asalto de comisarías y bases militares, provocando una terrible represión. El JVP, muy chovinista, se opone a la autodeterminación del pueblo tamil, apoyando a los gobiernos cingaleses en su represión de los separatistas tamiles, e incluso proporcionó reclutas para la operación genocida de 2009, dirigida por el clan Rajapaksa.