El pasado 25 de septiembre, en una acción de la Plataforma granadina SOS Palestina en un acto de Yolanda Díaz en la Universidad de Granada, María Sánchez, militante de la Asamblea de Estudiantes por Palestina (AEP) y de IZAR, exponía las contradicciones de la política del Gobierno con respecto al genocidio sionista en Palestina. En este número charlamos con ella y os recordamos que pueden ver su intervención completa en las RRSS de la AEP.
Hola María. Hace unos días tuvo bastante repercusión tu intervención en un acto de la UGR en el que estaba Yolanda Díaz. ¿Por qué decidisteis ir a ese acto?
Bueno, para todas las compañeras de Granada que estamos actualmente inmersas en la lucha en solidaridad con el pueblo palestino y contra el genocidio del ente colonial de Israel, era natural poder aprovechar esta oportunidad para interpelar a Yolanda Díaz. Son pocas las veces en las que podemos tener, como digo, la oportunidad de contar con la presencia de la vicepresidenta del gobierno central dos días antes de una convocatoria de Huelga General, siendo ella principal responsable de la complicidad del gobierno del estado español en la masacre. Y también, la oportunidad de contar con ella en una de las facultades (Facultad de Filosofía y Letras, UGR) que más se ha movilizado este último curso por esta causa, siendo incluso ésta objeto de casos de censura que, mediante la movilización, conseguimos derribar.
Aparecer allí era natural para todo el conjunto de quienes nos movilizamos por esta causa. Pero es que, especialmente para las compañeras de la AEP (Asamblea de Estudiantes por Palencia de Granada) era un objetivo pendiente que nos marcamos desde que a finales del curso pasado nos levantamos de una acampada tras la victoria contra nuestra universidad en la que acordamos que nuestros siguientes pasos iban a ir contra el gobierno central.
¿Qué queríais señalar?
Principalmente la complicidad del gobierno central, compuesto por PSOE-SUMAR, con el genocidio en Gaza (escalando actualmente al Líbano) mediante la compraventa de armamento al estado sionista de Israel. Señalar, también, que es un estado que miente al conjunto de la clase trabajadora cuando dice que no ha enviado armamento cuando luego se demuestra que ha estado colaborando con un el colonial.
¿Qué consecuencias tiene la política del gobierno PSOE-Sumar para el pueblo palestino?
Pues al final que Israel cuente con un estado más que reconozca su existencia, que legitime, por tanto, su genocidio y a su ejército así como a las potencias imperialistas que lo mantienen, y que mantenga económicamente su colonización sobre la clase trabajadora del pueblo palestino. En otras palabras, que no tenga ningún obstáculo por parte del estado español en continuar con la masacre.
¿Qué responden a los/as estudiantes que denuncian esa complicidad, sea en Granada o en Santiago?
Por un lado, su respuesta es, una vez más, lanzar falsas promesas para desmovilizar en un intento de “contentar” al estudiantado movilizado, cuando luego esas mismas promesas no se traducen en la práctica en un corte de relaciones económico con el ente sionista, ni con las entidades bancaris que colaboran a su vez con él. Y, por otro lado, una respuesta de activamente lanzar a los cuerpos de seguridad del estado a reprimir mediante palizas, detenciones y encarcelamientos a cualquier movilización estudiantil que ponga su foco en la crítica hacia las políticas de este gobierno central. Esto lo vimos en las acampadas de Sevilla del curso pasado o en las manifestaciones Santiago del mes pasado donde se boikoteaba a la empresa Burger King. Pero es que también lo estamos viendo con las estudiantes en Murcia que salen a las calle a exigir algo tan sencillo como conocer sus condiciones de examen de acceso a la universidad, donde se acabó agrediendo y amedrentando a menores.
¿Qué debemos hacer la juventud y el conjunto de los y las trabajadoras para hacer efectiva nuestra solidaridad con Palestina?
Para nosotras es fundamental, en primer lugar, reconocer que esto lleva ocurriendo desde 1948. En segundo lugar, si hoy en día un Estado permite la destrucción total de un pueblo en nombre de la maximización del beneficio económico, es porque vivimos en un sistema regido por la lógica del capital. En última instancia, el sistema capitalista, cuya expresión más extrema son los imperialismos dominantes, justifica la explotación de recursos y negocios, llegando incluso a sobrepasar todos los límites y aniquilar a pueblos enteros en su camino. Y frente a eso, sólo hay una vía: entender que hay que acabar con este sistema capitalista. Hay que seguir presionando a nuestros gobiernos del centro capitalista que es Europa y en esa lucha seguir reagrupándonos, no sólo aquí, en el Estado Español, sino también fuera, con las trabajadoras de todos los países contra el sionismo y los estados cómplices.
Que no hay reformas ni políticas suficientes que se enfrenten a la raíz de esta cuestión y es que existe una clase que se enriquece a costa de la explotación de la mayoría, la clase trabajadora. Y que, por tanto, somos todas nosotras, jóvenes y clase trabajadora, quienes tenemos la conciencia y las herramientas para hacer que esta situación se revierta. Y que, en definitiva, acabemos siendo todas nosotras quienes decidamos qué se invierte, en qué se invierte y cómo se invierten los beneficios que nosotras mismas producimos. Y para eso, no queda otra, es una tarea de todas nosotras organizarnos y luchar conjuntamente contra este sistema que nos oprime, nos reprime, nos encarcela y nos asesina.