EN CONTRA DE LA EXTREMA DERECHA Y DE AQUELLOS QUE LE HAN ALLANADO EL TERRENO, NINGUNA SOLUCIÓN VENDRÁ DE LAS URNAS: ¡EL PORVENIR ESTÁ EN NUESTRAS LUCHAS!

Los resultados de esta primera vuelta de las elecciones legislativas han sido los que estaban previstos, muy preparados por cierto por la elección de Macron de disolver el Parlamento para llevar a cabo una campaña express: al final, 33,9% para el Rassemblement National(RN) y los Républicains de Ciotti (cerca de 10,6 millones de votos, no más que los que sacaron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2022). Ninguna sorpresa, pero no por ello menos grave… ya que Le Pen-Bardella, y su camarilla de multimillonarios, encarnan la política patronal y racista de Macron pero en más duro. Por mucho que le pese a los electores populares estafados por su rabia en contra de Macron. Por mucho que les pese a aquellos que olvidan que los ricos pueden encontrar varios presidentes que les sean útiles.

Extrema derecha… extremadamente patronal

El barniz de demagogia social de Bardella se ha agrietado rápidamente: ningún salario o pensión será aumentado, ningún IVA será bajado, y para la edad de jubilación, al final será más bien a los 66 años. Ni más ni menos un programa que sigue y refuerza la política de Macron, con aún más toques racistas: en otros en contra de aquellas y aquellos que han nacido de padres extranjeros. Todo aquello que no le cuesta nada a la patronal, y que sin embargo puede aportarle mucho si los y las trabajadoras se dejan llevar por esos derroteros asquerosos de la división según los orígenes, el color de la piel o los sexos. ¡Trabajadores/as, hay que unirse!

¿Combatir la extrema derecha con Macron y Attal?

Esas elecciones marcan el naufragio de los macronistas, que llegan en tercera posición con 23% de los votos. Muy merecido para esos que dejaban tuertos a los Chalecos amarillos. Pero de seguida tenemos a Mélenchon, Hollande, Glucksmann, Tondelier, es decir todas las caras visibles de esta alianza electoral de izquierdas (que logra cerca del 30% de los votos) que decide desistir de inmediato algunas de sus candidaturas a favor de los candidatos macronistas. Hasta el punto de llamar a votar para Élisabeth Borne. ¿“Para cambiarlo todo”, tal y como dice el programa del Nouveau Front Populaire (NFP)? Pero del lado de los macronistas, no se les devuelve el favor. Y la campaña difamatoria sigue, al unísono con la derecha y la extrema derecha, en contra de la France Insoumise (LFI) y de todos aquellos y aquellas que son tachadas de antisemitas por apoyar al pueblo palestino en contra de la política colonialista y sionista del gobierno de extrema derecha de Israel. Las alianzas politiqueras y sin principios van a buen ritmo y sea cual sea el Primer ministro, legislará en contra nuestra.

Ni un voto para Macron o Bardella

Para esta segunda vuelta del 7 de julio, decimos “ni un voto para el RN o el macronismo”, pero tampoco la más mínima confianza en las promesas electorales de la izquierda institucional. Sin embargo, en aquellos lugares dónde una candidatura de LFI o del Partido Comunista Francés (PCF) se vea enfrentada a una candidatura del RN, o en los lugares dónde de forma excepcional una candidatura de otros partidos de izquierda lo justifiquen, llamaremos a votar por esas candidaturas. Sin ninguna confianza en la política que llevará a cabo la alianza electoral que representa el NFP, pero por solidaridad con las y los electores que optan por ello y que son a menudo camaradas de lucha.

El porvenir está en nuestras luchas y en las ideas revolucionarias

La extrema izquierda ha cosechado 367 158 votos, los cuales han ido a parar a nuestras candidaturas y a las de Lucha Obrera (LO) – presentes en todos sitios. Es resultado es a la vez pequeño y esencial. Es importante que voces indiquen como sobrepasar el impasse electoral e institucional, y que afirmen que el mundo del trabajo sólo podrá contar sobre sus propias luchas.

Más allá de nuestros votos en esas legislativas, la urgencia está en que nos organicemos para contrarrestar las políticas antisociales y racistas, una respuesta fuerte y unitaria en las empresas y en la calle. Para vivir y no sobrevivir, trabajadores/as franceses/as o inmigrantes, pertenecientes a una misma clase. Somos todos nosotros/as los y las que trabajamos, nosotros y nosotras somos los y las que decidimos. ¡Urgencia revolución!

Traducción de la editorial NPA-Revolucionarios – 1 de julio de 2024.