VICTORIA DE LAS CAMARERAS DEL HOTEL URBAN DREAM. EL SINDICALISMO COMBATIVO SIRVE

Tras casi tres meses de lucha se demuestra que la organización de la clase trabajadora sirve. El pasado 30 de abril se conoció la noticia de la readmisión de las tres camareras de piso del Urban Dream Hoteles.

Tres meses de conflicto y muchos obstáculos

Estos hechos dejan una clara evidencia de las prácticas empresariales. El despido inmediato tras la creación de la sección sindical en el centro de trabajo era una medida represiva para que a cualquier trabajador/a que se le ocurriera reivindicar mejoras supiera cuál iba a ser su destino.

Paralelamente a todo esto, los altos cargos del hotel se vieron envueltos en un escándalo mediático que nos haría conocer más aún los perfiles de estos empresarios. En concreto, el dueño de este hotel, Francisco Javier Martín Alcaide (alias Nene), está involucrado con el caso de corrupción relacionado con la Supercopa y donde aparece también implicado Luis Rubiales. Mientras se les decía a las trabajadoras que no había dinero para pagarles según convenio, la UCO y la Guardia Civil estaban encontrando 318 mil euros en dos cajas fuertes encontradas en los hoteles de Nene.

Por si todo esto no fuese suficiente, también han tenido que hacer frente al comité de empresa (que fueron en las listas de CCOO) ya que ha sido cómplice con las prácticas del patrón. A pesar de que CCOO de hostelería se desmarcaron del comité de empresa asistiendo a las concentraciones, el comité se siguió negando a llevar una orientación sindical que ayudara a las compañeras a regresar a sus puestos de trabajo.

Hoja de ruta para conseguir la victoria

Al día siguiente del despido, ya había una concentración en la puerta del Hotel para dar a conocer el caso pero, sobre todo, para hacer una declaración de intenciones: los despidos no iban a achantarlas.
Se han llevado a cabo 9 concentraciones a las puertas del hotel; se han elaborado hojas informativas para dar a conocer el conflicto; se han pegado carteles por la ciudad instando a los turistas a que no se alojaran en el hotel por no cumplir los derechos laborales de las trabajadoras; y se creó una caja de resistencia para hacer frente a la situación de las despedidas.

Además de todo esto, tanto en la primera concentración de respuesta a los despedido como en las siguientes, la solidaridad de trabajadores/as y jóvenes ha sido incesante (SAT, la Asamblea Interprofesional, Stop Desahucios, la Asamblea de Estudiantes por Palestina (AEP), CCOO, CGT, la Asociación de víctimas de accidentes y enfermedades laborales o IZAR).

Respuesta unitaria y sindicalismo combativo para conseguir victorias

A día de hoy, no solo las camareras de piso sino el conjunto de la plantilla ha visto mejoradas sus condiciones de trabajo. Los sueldos del todos los sectores del hotel están siendo pagados según convenio.

Paralelamente a la lucha de estas compañeras, muchas han sido las presiones. Por un lado, pocas semanas después del despido, el director del centro les ofreció la readmisión. Sin embargo, esta era bajo las mismas condiciones que tenían hasta ahora las compañeras. No cedieron ante esta oferta. Por otro lado, pocos días antes del acuerdo con la empresa, el gerente convocó a una reunión al conjunto de las camareras de piso para informarles de que sus puestos de trabajo iban a ser externalizados. Ante esta jugada de la empresa había dos cuestiones claves: primeramente, querían quitarse del medio ante el conflicto abierto con las despedidas; y en segundo lugar, era la forma más efectiva de que la sección sindical de la CSTA no se extendiera por el resto de sectores del hotel (camareros, mantenimiento, recepción…). Compañeros y compañeras de la CSTA quisieron acompañar a las trabajadoras despedidas ese día. Las órdenes del director fueron claras: intentar impedir la participación de delegados sindicales, llegando incluso a llamar a la policía.

Permanecieron allí a pesar de eso. Este hecho supuso un nuevo enfrentamiento con el patrón: se les hizo frente para que supieran que no se estaba dispuesto a agachar la cabeza sino todo lo contrario.
Tras todo esto, en cambio, lo que la empresa ha conseguido es todo lo contrario a sus deseos. El acuerdo al que se ha llegado es que el convenio debe cumplirse para el conjunto de la plantilla y que la empresa de limpieza que se ocupe del hotel también deberá respetar este acuerdo.

Hay que dejar claro que la autoorganización de los y las trabajadoras de manera colectiva es la manera de conseguir las reivindicaciones; la difusión del conflicto es necesaria; la solidaridad entre organizaciones sindicales, políticas o barriales así como asociaciones, trabajadoras y jóvenes es fundamental para vencer; y llevar una hoja de ruta combativa es la única manera de demostrar que quienes tienen el verdadero poder en los centros de trabajo son, precisamente, los y las trabajadoras.