-¿Por qué escribir El golpista y su heredero en la actualidad?
Porque nuestro hoy viene directamente del ayer. Me explico, el resultado de la Guerra civil española de 1936-39 trajo un régimen fascista presidido por el general Francisco Franco que mutó en “democracia orgánica” y que dejó como heredero al hoy “rey emérito” Juan Carlos I quien, a su vez, dejó como heredero a su hijo Felipe VI. Así, el rey actual, Felipe VI, es el heredero del heredero de Franco. De aquí la actualidad del libro, que nos permite comprender una parte de nuestro inmediato pasado y, a su vez, nos ayuda a comprender lo que ocurre hoy.
-El libro está lleno de citas literales de los personajes históricos a los que se pretende describir y analizar, ¿existe algún motivo por el que has elegido este método para escribir?
Sí, hay un motivo metodológico. Yo procuro hacer dos cosas a la vez, analizar y documentar el proceso histórico. Entiendo que el historiador tiene que explicar el desarrollo del tiempo histórico estudiado y, al mismo tiempo, documentar ese caminar recogiendo lo dicho y lo hecho por los principales actores históricos. Así, el historiador ordena los hechos al mismo tiempo que hace hablar a los personajes principales. Este proceder nos permite una buena aproximación a lo realmente acontecido y le posibilita a las lectoras y lectores una buena comprensión de lo leído. De esta manera el libro se convierte en una herramienta de comprensión y reflexión, en un valor de uso.
-En un momento en el que se tiende a tratar con ligereza lo que supuso la dictadura franquista, ¿qué les dirías a la gente más joven de lo que supuso ese régimen fascista y del papel que desarrolló con respecto a los capitalistas de este país?
Les diría que el régimen fascista que vino a raíz de la derrota de la II República en la Guerra Civil de 1936-39 fue la respuesta de la burguesa clase dominante a la Revolución social que se estaba dando en el campo republicano. Que ese régimen fascista cortó en seco las aspiraciones de la clase trabajadora de la ciudad y del campo de construir una República de trabajadoras y trabajadores, es decir, de un régimen socio-político que tendría por norte la gobernabilidad del Estado por las mujeres y los hombres de la clase trabajadora para acabar con su explotación asalariada y con su alienación. Así, el triunfo de los militares golpistas le posibilitó a la burguesía dejar a la clase trabajadora inoperante socialmente a la vez que a sus mujeres las condenaba a la esclavitud del hogar o al prostíbulo. Esto llevó a que la burguesía saliera de la Guerra Civil muy reforzada, es decir, que pudiera explotar y reprimir a la clase trabajadora sin ningún impedimento para incrementar sus capitales y privilegios al mismo tiempo que se creaba una concepción del mundo donde la justicia social y la emancipación de la mujer no tenían cabida.