¿ESTÁ DE MODA EL SINDICALISMO? SOBRE LA CREACIÓN DE UNA SECCIÓN SINDICAL

Seguramente la respuesta más inmediata a esa pregunta sería que no, pero sin embargo cuando analizamos las condiciones laborales y especialmente entre la juventud trabajadora la respuesta es más compleja. La precariedad laboral y las dificultades económicas para la gran mayoría de los y las trabajadoras es la norma. Situación que se ha visto agravada en el último periodo con el aumento de la inflación y la pérdida de salario real. Para la juventud es aún más difícil, ya que tienen peores condiciones laborales. Cuestión que explica las mayores dificultades para emanciparse y acceder a una vivienda. Además, en sectores tan importantes en el Estado Español como el comercio o la hostelería la situación se agrava aún más. Y es que cuando una persona entra en un restaurante para trabajar, parece que ya no vive en el mismo país. De repente el supuesto estado de derecho en el que vivimos se acaba y es sustituido por la ley de la patronal.

En este contexto la necesidad de organizarse sindicalmente en el centro de trabajo pasa a ser una cuestión central. Es cierto, que no son noticias que vayan a aparecer en ningún medio de comunicación de masas, ni sea tendencia en ninguna red social, pero el sindicato es la única herramienta que nos sigue permitiendo luchar por mejorar nuestras condiciones laborales.

Es una realidad constante y son numerosos los ejemplos de personas que acuden al sindicato para contar los problemas que están teniendo. Esta fue la situación en la que varios trabajadores de un Burger King en Baza, una ciudad al norte de la provincia de Granada donde las salidas laborales para la juventud son escasas, entran en contacto con CCOO. Hacemos referencia a la juventud porque la media de edad de los alrededor de 15 trabajadores/as no debe superar los 25 años.

Los problemas en el centro de trabajo son los de sobra conocidos para el sector de la hostelería. La gran mayoría de la plantilla tienen contratos a jornada parcial, se ven obligados a hacer varias horas a la semana sin cobrarlas y quizás la cuestión más grave la empresa les aplica un convenio que no les corresponde. Todo ello supone una media de unos 250 euros menos al mes de lo que deberían cobrar. Es una cuenta que en la gran mayoría de las ocasiones no se suele hacer pero que es importante, y es que 15 por 250 por 12 meses son 45000 euros más al año en beneficios para esta empresa. Pero, ¿esto no debería ser ilegal? Es una buena muestra del papel que juegan las instituciones del Estado Español siempre al lado de los intereses de la patronal.

Tras varias reuniones con la plantilla en las que abordamos todas estas cuestiones se les explica el funcionamiento del sindicato, la importancia de la organización en el centro de trabajo y como protegerse frente al despido. Por eso, se constituye la sección sindical y se promueven las elecciones. En muchas ocasiones las empresas responden a esta iniciativa creando un sindicalismo amarillo, pero en esta ocasión se afilió al sindicato la gran mayoría de la plantilla, se consiguió bloquear esta situación y ganamos las elecciones. Todo esto se puede considerar una pequeña victoria, así lo han entendido los y las trabajadores, pero todavía queda mucha acción sindical por realizar. Lo más importante, elaborar la tabla reivindicativa. Cuestión que en este caso estaba bastante claro: pago de todas las horas de trabajadas y aplicación del convenio de hostelería. Respecto a la primera la empresa nos ha dicho que lo va a respetar, la segunda hay que seguir peleándola.

Comprender este conflicto de intereses nos permite entender que estas cuestiones no aparezcan todos los días en los medios de comunicación ni tengamos numerosas series visualizando esta realidad en las plataformas digitales ni en las redes sociales. Por eso, es una tarea del sindicalismo explicar la importancia de organizarse en nuestros centros de trabajo popularizando este discurso ya que es la única herramienta que nos permite a los y las trabajadoras mejorar nuestras condiciones de vida.