Del pasado 4 al 6 de septiembre en Nairobi (Kenya) se celebró la cumbre africana de clima. Junto a las declaraciones con la mano en el corazón típicas de estos eventos, algunas discusiones fundamentales se dejaron entrever en la reunión.
La fiebre del oro verde
En estos tiempos de «transición energética», África lo tiene todo para ser un nuevo “El Dorado”. Su sol, el caudal de sus ríos, sus recursos minerales… El continente alberga más de la mitad de las reservas mundiales de cobalto y platino, metales esenciales para la fabricación de baterías para el primero y para la producción de hidrógeno por electrólisis el segundo. Pero para los capitalistas, que invirtieron 23 mil millones de dólares en la cumbre de Nairobi, no se trata tanto de desarrollar económicamente África sino más bien de continuar el saqueo de sus recursos naturales y su fuerza de trabajo en nombre de la transición energética iniciada en las metrópolis imperialistas.
Es el caso del llamado hidrógeno «verde» para el que la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha comprometido unos cuantos miles de millones. El hidrógeno, producido por electrólisis en África, no será utilizado localmente, sino enviado a Europa. Se dice que esto dará lugar a un aumento de la producción de electricidad, además de fuentes renovables. Pero no se usará para iluminar hogares o abrir hospitales, sino sólo para hacer un nuevo producto de exportación. Después del cacahuete y el caucho… ¡hidrógeno!
En cuanto al color verde, depende del origen renovable de la electricidad utilizada y es muy probable que se oscurezca en el caso de que funcione bien y el carbón y el gas sean llamados al rescate.
La estafa de los títulos de emisión de CO2
La financiación de todas estas inversiones fue el centro de los debates de la cumbre. Los Jefes de Estado africanos acordaron una posición común sobre esta cuestión: la introducción de un impuesto internacional sobre el carbono. Pero, preocupados por sus relaciones con los grandes capitalistas occidentales, ya propusieron una solución para eludir las restricciones de emisión de CO2, los títulos de emisión de carbono.
La cumbre tuvo en cuenta las conclusiones de la Cumbre “One Forest” celebrada en Gabón en marzo de 2023. Los países de África Ecuatorial tienen enormes bosques desde los que pretenden generar títulos de emisión de carbono: derechos de contaminación que las empresas podrían comprar para compensar sus emisiones. La idea puede parecer atractiva: el carbono fijado por los árboles se equilibra con el carbono liberado por la actividad económica.
¡Excepto que este hallazgo es un truco! Al comprar derechos contaminantes, las grandes empresas les harán creer que están limpiando, mientras que sólo están deduciendo de sus propias emisiones el CO2 fijado de todos modos por el bosque que, hasta que se demuestre lo contrario, no esperó a que ellos o el mercado del carbono para utilizar la fotosíntesis.
Para grupos grandes, será un amortiguador verde barato sin ningún cambio en la contaminación. Para las poblaciones locales, será la continuación y el saqueo de su continente… por otros medios.