JONATAN GARCÍA, DELEGADO DE LAB-TUBACEX SOBRE EL PROCESO JUDICIAL ABIERTO CONTRA L@S TRABAJADORES Y VECIN@S TRAS SU HISTÓRICA VICTORIA

1. ¿Cuál es la situación actual respecto al proceso judicial abierto contra los trabajadores y vecinos implicados en la lucha de Tubacex?

En total fueron 7 las personas encausadas durante la huelga de Tubacex, 4 de ellas son trabajador@s de la empresa y 3 son vecin@s de la comarca que apoyaron la lucha.

Cronológicamente esta es la situación judicial de cada caso:

La primera juzgada fue una compañera trabajadora, el 7 de noviembre de 2022. La fiscalía pedía 15 meses de cárcel por agresión a la autoridad. Fue absuelta en un juicio en el que la jueza destacó la inconsistencia de las versiones de los ertzainas que declararon.

El segundo fue también un compañero de la empresa y se celebró el 15 de junio de 2023. Le pedían 21 meses de cárcel por atentado contra la autoridad y resistencia. Finalmente fue sentenciado por resistencia y condenado a 6 meses de prisión y 1500€ de multa. Actualmente se encuentra a la espera ya que recurrió la sentencia.

El siguiente proceso afecta a 3 jóvenes de la comarca que, aunque no trabajan en Tubacex, apoyaron la huelga. Las acusaciones y solicitudes de penas son comunes en los 3 casos, 4 años y 7 meses de prisión para cada uno por pertenencia a grupo organizado. El juicio debía celebrarse el pasado 18 de septiembre, pero fue aplazado al 27 de noviembre, supuestamente por no llegarle la notificación pertinente a uno de los ertzainas llamados a declarar.

Finalmente, a los dos trabajadores restantes la fiscalía les pide 14 meses de cárcel a cada por desórdenes públicos y atentado contra la autoridad. El juicio está fijado para el 11 de octubre.

Entre todas las acusaciones son 20 años de prisión los que se solicitan para estas 7 personas. Hay que resaltar el caso de los 3 jóvenes solidarios ya que son las condenas más altas en comparación con las de l@s trabajador@s. La lectura es clara para nosotr@s; el mensaje que han querido mandar es que solidarizarse con luchas obreras te puede salir muy “caro”. Además, no debemos olvidar que todas las peticiones de condenas están enmarcadas bajo la Ley Mordaza, ley que ya en la anterior legislatura se comprometieron a derogar.


2. ¿Qué respuesta ha habido por parte de los trabajadores y vecinos?

De solidaridad absoluta. Durante casi 8 meses estuvimos conviviendo en los piquetes, no solo la plantilla de la empresa, también vecin@s de Aiaraldea, familiares, amig@s o personas que nos visitaban. Compartíamos nuestros problemas, nuestras alegrías y nuestras incertidumbres. De manera natural surgió la empatía y la solidaridad y ese vínculo fue lo que nos ayudó a resistir, no sé si me explico… A esto hay que sumarle que, durante los 236 días de huelga, a diario, teníamos que soportar un cordón policial 2 veces al día que escoltaba la entrada del autobús de esquiroles. Además, era por duplicado tanto en la fábrica de Amurrio como en la de Laudio. La actitud macarra, violenta y amenazadora de la policía aumentaba día a día al ver que no estábamos dispuest@s a rendirnos y fueron ellos quienes provocaron todas las situaciones de tensión y violencia.

Tanto quienes participamos activamente en la huelga como quienes la apoyaron somos conscientes de que cualquiera podríamos estar en la misma situación que estas 7 personas. El sentimiento de unidad y solidaridad que se forjó durante la huelga no ha cambiado y por eso apoyaremos a estas 7 personas hasta el final, no les dejaremos sol@s.

3. ¿Qué importancia ha tenido para vuestra lucha el apoyo de sectores más allá de los trabajadores, así como la implicación de la comarca?

Ha tenido una importancia vital. Puedo afirmar que la lucha de Tubacex no hubiera sido lo mismo sin todo el apoyo que recibimos. La comarca de Aiaraldea es históricamente industrial y a lo largo de los años la clase trabajadora ha tenido que hacer frente a las diferentes crisis. Es una comarca acostumbrada a luchar. Durante nuestra huelga la comarca tuvo una actitud y una implicación ejemplares. Fue desbordante. El cariño, la solidaridad, las ayudas económicas, las donaciones de todo tipo… eran nuestro día a día.

Lo mismo sucedió con el apoyo de otros sectores. Trabajador@s de otras empresas organizaban actos de apoyo, recaudaban dinero para donarlo y ayudarnos, difundían la lucha… Recibíamos apoyos desde todos los puntos del estado e incluso de Europa. Todo esto desembocó en una reactivación del sentimiento de clase tanto en Tubacex como en otras empresas que lo tomaron como un revulsivo para actuar en sus propios conflictos. Durante nuestra huelga participamos también en movilizaciones y acciones conjuntas con otras empresas de diferentes sectores.

Durante una época fuimos testigos directos del efecto que la lucha conjunta provoca en las clases dominantes. Cuando te das cuenta de que la clase trabajadora es mucho más poderosa haciendo frente común ya no concibes otra forma de hacer las cosas.

4. ¿Cuál pensáis que es el objetivo real de todo este proceso judicial tras vuestra histórica victoria?

Está muy claro, lanzar un “aviso a navegantes” de que si luchas irán a por ti. Nuestr@s 7 compañer@s han sido cabezas de turco. Repito que podría habernos pasado a cualquiera. Además, han sido decenas de miles de euros los que hemos tenido que pagar por multas administrativas.

Las responsabilidades de lo ocurrido tienen nombres y apellidos. Primero la directiva de Tubacex que no dudo ni un segundo en intentar quitarse de encima a la fuerza de trabajo que genera la riqueza. Segundo el Gobierno Vasco con el PNV a la cabeza por dar cobertura incondicional a la mafia empresarial. Y tercero, su brazo armado, la ertzaintza que con el visto bueno de los anteriores fueron los causantes directos de los disturbios y de estos procesos judiciales.

El eje empresa-política-policía actuaron como si fueran uno sólo y con un único objetivo, defender el capital. Han mentido, han delinquido, han preparado montajes policiales, han escupido a la cara a la clase obrera y han desplegado todos sus recursos para que nuestra lucha no sea tomada como ejemplo. Si nos organizamos el capitalismo pasa miedo, por eso no dejaremos tiradas a nuestras compañeras y compañeros y seguiremos luchando.