Han pasado 10 años del asesinato del cantante Pablos Fyssas a manos de los nazis organizados de Amanecer Dorado. No fue el primer ataque asesino de la organización criminal – basta recordar el brutal asesinato de Shahjat Lukman poco antes – pero fue la gota que colmó el vaso. En los días siguientes, miles de trabajador@s, jóvenes, nativ@s e inmigrantes salieron a las calles de forma masiva, primero en Keratsini y luego en otras ciudades del país, después hacia la sede central de Amanecer Dorado en Atenas.
La gran movilización del movimiento antifascista redujo drásticamente la actividad de las bandas de Amanecer Dorado en la calle. Ante una ola de manifestaciones que estaban por encima de sus fuerzas, los nazis se escondieron. Al mismo tiempo, el gobierno de Samaras temió seriamente que la agitación antifascista pudiera convertirse en un levantamiento más amplio de la mayoría social oprimida, que por un lado sufre la austeridad y la pobreza y por otro el autoritarismo y la violencia fascista.
Hasta ese momento, el equipo de colaboradores de Samaras (recordemos el caso de Baltakos) estaba en comunicación directa con la organización criminal, con quienes Nueva Democracia tiene una estrecha afinidad política, histórica e ideológica. Sin embargo, ante la amenaza de un movimiento antifascista incontrolable, el gobierno se vio obligado a actuar contra Amanecer Dorado y llevarlo ante la justicia.
El colapso electoral y organizativo de Amanecer Dorado y el juicio a su dirección en los tribunales tuvieron lugar bajo la presión de un movimiento antifascista combativo. Pero no nos hacemos ilusiones. El fascismo se produce y reproduce como respuesta de fuerzas sociales objetivas a la crisis capitalista y no será derrotado con resoluciones judiciales, sino con la lucha consciente de l@s oprimid@s. Además, los resultados de las últimas elecciones mostraron que hay un sector que se deja seducir por las ideas racistas, xenófobas y nacionalistas.
El pasado agosto un trabajador inmigrante fue asesinado en Patisia por un grupo de jóvenes ultraderechistas. Además, el asesinato de Antonis en El Pireo hace unos días fue justificado por su asesino por tratarse de un discapacitado extranjero que no tenía derecho a subir a bordo. Estos sucesos nos recuerdan que en una fase de crisis del capitalismo, los instintos más humildes de algunas personas pueden incluso conducir a la muerte.
A pesar de todo, la correlación de fuerzas no favorece a los fascistas. No consideramos que estemos en condiciones similares a las de 2012. Los nazis no pueden sacar a las calles a sus batallones de asalto y “limpiar” las zonas que les “pertenecen”. La presencia del movimiento antifascista todavía es hegemónica en la mayoría de barrios, ciudades y centros de trabajo.
No hay mentira más ridícula que la afirmación de que los fascistas son “antisistema”. Todos los ataques de los nazis han sido contra trabajador@s, sindicalistas, antifascistas, migrantes, refugiad@s, homosexuales y transexuales, mujeres, en resumen, contra todos los sectores oprimidos y tod@s cuant@s luchan. Por el contrario, para los armadores los nazis piden exenciones fiscales. De la policía, el cuerpo opresor más corrupto, los fascistas son hermanos. Amanecer Dorado y todos sus sucesores (Partido nacional griego, Espartanos, etc.) son el rostro más repugnante del sistema y su arma más mortífera.
Los nazis predican el racismo, el nacionalismo, el sexismo, el canibalismo del débil, siempre en beneficio de los poderosos. L@s trabajador@s y desemplead@s, nativ@s y extranjer@s, la juventud militante, l@s oprimid@s del sistema capitalista, se solidarizan, defienden la unidad de su clase, la lucha combativa por la libertad, la paz y la igualdad.
Con manifestaciones combativas y masivas, con la organización antifascista en cada barrio, escuela y centro de trabajo, erradicaremos el parásito del nazismo de todas partes.