ELECCIONES MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS DEL 28-M, UN PRIMER BALANCE

El pasado 28 de mayo se celebraban las elecciones municipales, coincidiendo en doce comunidades con las autonómicas. Los resultados (recientes cuando se escribe este articulo) permiten destacar, siempre y cuando quitemos de la ecuación a realidades diferentes como Euskadi o Cataluña, tres cuestiones en un primer vistazo a vuelapluma: el reforzamiento cada vez más evidente del bipartidismo, la falta de alternativas en la izquierda revolucionaria y el crecimiento de la extrema derecha.

  1. El bipartidismo se refuerza

Hace poco más de una década el movimiento 15M, como expresión de una época, ponía en cuestión el sistema partidista dominante en el estado. La inestabilidad política derivada de la crisis económica tuvo como consecuencia unas instituciones pobladas por nuevas organizaciones políticas: primero a la izquierda del PSOE, con la irrupción de PODEMOS y las demás transformaciones; y luego en la derecha, con el crecimiento de Ciudadanos y la posterior aparición de VOX.

Este ciclo fue determinante en la configuración de parlamentos autonómicos y ayuntamientos: en el 2007 PSOE y PP sumaban casi el 70% del voto municipales, cayendo hasta el 54% en el 2011 y un 52% en los años 2015 y 2019. El 28 de marzo, alcanzaron el 60%, el dato más alto de la era post-15M. Así mismo, el PP ha sido el ganador de las elecciones, al recuperar los casi dos millones de votos que Ciudadanos había acumulado en anteriores comicios.

  1. La caída de las alternativas a la izquierda

El otro elemento que ha puesto sobre la mesa esta cita electoral es la caída sin paliativos de las alternativas de la izquierda institucional a la izquierda del PSOE. Los denominados “ayuntamientos del cambio” de Barcelona y Cádiz han caído: Barcelona en Comú se ha dejado alrededor de 24.000 votos, quedando en segunda posición, mientras que los resultados son especialmente negativos en el caso de Cádiz, donde la lista heredera de Kichi ha pasado de un 44 a un 20% de los votos, ganando el PP la mayoría absoluta.

A nivel más general, PODEMOS, que concurría con Izquierda Unida en diez de doce autonomías, ha sufrido un descalabro al pasar de 47 a 15 diputados/as, despareciendo de Madrid y la Comunidad valenciana.

Así, las organizaciones que provocaron ilusiones en gran parte de la población se han desgastado en poco menos de una década, no siendo capaces de hacer una política que responda a los intereses de los y las trabajadoras y de la juventud allí donde han podido gobernar (como son los casos de Madrid, Cádiz o Barcelona) ni tampoco una política alternativa al PSOE desde Moncloa1.

  1. La extrema derecha se amplia y crece: la otra cara del desencanto con la izquierda

Aunque es necesario realizar un análisis más profundo para saber en qué forma ha aumentado la extrema derecha, los datos brutos señalan que VOX ha pasado de tener alrededor de 660.000 votos (2,9%) a 1.608.017 (7,12%), lo que se traducirán en 1695 concejales (512 en 2019). También se da un crecimiento en los parlamentos autonómicos, pudiendo ser clave para que el PP pueda gobernar algunos de ellos.

El crecimiento del PP y de VOX se asientan sobre la caída de Ciudadanos y el desencanto con la izquierda subalterna al PSOE que, como hemos dicho, ha sido incapaz de lanzar un proyecto realmente diferente al mismo, terminando por aplicar las mismas políticas antisociales. Es la falta de políticas propias, en favor de los de abajo sin cortapisas, y por tanto de resultados palpables para las y los trabajadores, la que está provocando, entre otras cosas, que la extrema derecha pueda aumentar su influencia.

  1. Adelanto electoral: 23 de julio. ¿A qué estamos esperando?

Tanta era la dimensión de pre-elecciones generales que tenían los comicios del 28 de mayo que los mismos resultados han provocado un adelanto electoral por parte de Pedro Sánchez. A modo de hipótesis, el batacazo de sus socios, la victoria del PP, la importancia que va a jugar Vox para formar gobiernos y la posibilidad por tanto de situar el eje de la campaña en el miedo a la ola “azul” y VOX y aparecer como la única formación con capacidad para captar el voto útil (ante unos socios debilitados y una organización aún por construirse como es SUMAR) han hecho que el PSOE juegue la carta de unas elecciones anticipadas como medio para evitar una sangría mayor en otoño.

Frente a este anuncio, los resultados del 28 de mayo deben hacernos pensar en que, si uno de los problemas ha sido la falta de credibilidad de la izquierda subalterna al PSOE, son las organizaciones que se han opuesto a las políticas antisociales del gobierno PSOE-UP las que deben dar el paso al frente que no dieron el pasado domingo, a pesar de que hubo formaciones como la nuestra que hicieron llamamiento a una candidatura unitaria.

Si antes lo era, ahora es aún más importante disputar ese espacio con un discurso claro, que no se base en el juego del voto “al mal menor” para parar a la ultraderecha (cosa que no está funcionando) o en la unidad para acabar llevando a cabo las mismas políticas, sino que, como recordábamos en nuestro comunicado ante las elecciones sea capaz de “ofrecer una alternativa de izquierdas a aquella que no tiene ningún reparo en gobernar con el PSOE para acabar aplicando políticas antisociales y gestionando el sistema capitalista” 2Es por tanto responsabilidad de todos/as dar ese paso al frente, como hemos vuelto a señalar desde IZAR3