HUELGA EN GENERAL ELECTRIC

El grupo General Electric, en sus sociedades General Electric Wind Energy (GEWE) y General Electric Renovables España (GERE), ha anunciado su intención de despedir en el estado español a 199 trabajadores, tal y como comunicó el pasado 4 de enero a la representación sindical.

Ante este ataque de la patronal, las plantillas de los centros de trabajo de la multinacional norteamericana General Electric Wind Energy (GEWE) en Noblejas (Toledo) y Albacete han secundado de forma unánime la jornada de huelga convocada el pasado martes 31 de enero en todas las plantas que posee en el estado español. A las protestas se sumaron también quince trabajadores del centro de trabajo de GEWE en Alcobendas (Madrid), donde también ha secundado la huelga toda la plantilla, un centro donde la multinacional quiere despedir a diez de sus 70 empleados.

Los representantes sindicales de las tres plantillas han subrayado la “contradicción” entre los datos económicos y argumentos con los que GEWE justifica su ERE y la realidad de estos tres centros.

Sustituirlos con empleo precario

«En Noblejas trabajamos 116 personas de GEWE y otras 47, que en unos días van a ser 49, contratadas vía ETT y, según la propia empresa, tenemos una previsión de incremento de actividad del 46% en 2023 respecto a 2022. ¿Qué sentido tiene destruir 30 puestos de trabajo estables? ¿Qué pretenden, eliminar el empleo fijo y sustituirlo mediante la subcontratación de más y más trabajadores temporales?», indica por su parte Olga Robles, delegada sindical de CCOO-Industria en GEWE-Noblejas.

Para los trabajadores la estrategia de la empresa pasa por reducir los puestos de trabajo estables y sustituirlos por puestos de trabajo temporales, que les permita aumentar sus márgenes de beneficios a costa de la estabilidad laboral de los trabajadores. La empresa anunció a finales del pasado año su intención de reorganizar su actividad en Europa en el ámbito del diseño y fabricación de aerogeneradores eólicos de tierra para afrontar, según la empresa, la «pérdida de rentabilidad» que se estaría produciendo como consecuencia del aumento de los costes logísticos y de las dificultades normativas en algunos países; Sin embargo los sindicatos han puesto de manifiesto el contexto actual, en el que hay más demanda que nunca para potenciar la generación eléctrica de origen renovable y la moderación en los incrementos de los costes en los últimos meses.

«GEWE justifica su ERE con el informe que la propia empresa encargó a una consultora y que está claramente sesgado, no recoge toda la realidad de la empresa, se centra en el área de Instalación, donde quizá es más justificable acometer una reestructuración (pese a que esta misma semana Repsol acaba de encargar a GEWE 22 aerogeneradores para una nueva planta). Pero obvia que las perspectivas en la otra área de actividad, la de servicios post-venta, son de crecimiento. Y parece olvidarse por completo de las importantes subvenciones de fondos europeos destinados al sector», recalca Robles.

Una reforma laboral insuficiente

La reforma laboral sigue siendo la gran piedra en el zapato para la lucha de los trabajadores, que se ven completamente indefensos ante las argumentaciones empresariales de perdida de beneficios y/o caída de la producción, que les permite abrir la puerta constantemente a las reestructuraciones, los ERES, los despidos y por lo tanto a la precarización de los trabajadores.

La última “reforma laboral” no es suficiente para poder pararle los pies a la avaricia de la patronal, que escudándose en una ley echa a su medida y con el beneplácito de las direcciones sindicales, tienen el campo abierto para aplicar cualquier medida que les permita seguir aumentando sus márgenes de beneficio a costa del sufrimiento y la precarización de la clase trabajadora. Es necesario abrir un gran debate y activar la movilización entre los y las trabajadoras, interpelando a las direcciones sindicales para poner en marcha una reforma laboral que ponga freno de una vez por todas a los desmanes de la patronal.