La vocación no es explotación, los y las trabajadoras marcan el camino
La lucha en la sanidad pública sigue. En la Comunidad de Madrid, a partir del 30 de enero, un nuevo sector se pondrá en huelga indefinida lunes y sábados, la centralita del Servicio de Urgencia Médica (Summa) 112. Entre las reivindicaciones de los y las trabajadoras está evitar que se les traslade 16 km al noroeste de su actual centro, cuando la mayoría vive en la zona sur de Madrid, así como mejoras en las condiciones salariares y, sobre todo, que se les aplique un convenio que no sea de Contact 2 Center, que nada tiene que ver con ellos, y contra la privatización de su actividad laboral.
En Aragón, son los y las trabajadoras del transporte sanitario quienes, desde el 16 de enero, han iniciado una huelga indefinida debido a la paralización de su convenio desde hace cinco años, que acarrea unos salarios miserables que llevan congelados desde 2019 así como unas malas condiciones laborables junto con unas ambulancias en mal estado. Otro servicio externalizado, donde la empresa Tenorio e Hijos se niega a cumplir el convenio, intentando presionar para realizar uno nuevo favorable a los intereses empresariales.
El 25 de enero se ha iniciado en Cataluña una jornada especialmente combativa, con cuatro sectores en huelga: sanitarios/as con una semana de paros, docentes el 25 y 26, taxistas y los y las trabajadoras de la administración de justicia, enhuelga indefinida desde el 24. La falta de inversión en los servicios públicos esclave para entender la situación de saturación del personal sanitario que ve como no se amplían las plantillas. El resultado es el mismo que se lleva denunciando en Madrid desde noviembre: agendas con hasta 50 y 60 pacientes al día, programando visitas a un año vista porque, por ejemplo, no hay resonancias, conllevando una tardanza en los diagnósticos y poniendo, por tanto, en peligro la salud de las personas. Un servicio de urgencias sobrecargado que como el resto de problemas no se soluciona con declaraciones grandilocuentes como la del Conseller de Salut, Manel Balcells, de hacer “un gran pacto para el sistema de salud que lo transforme en profundidad”, muy posiblemente destinado a ir elaborando una hoja de ruta para ir presentando como alternativa un servicio de sanidad privado eficiente y rentable frente a la sanidad pública, que las políticas de todos los gobiernos, autonómicos y estatales y sin importar el color se han dedicado durante décadas a esquilmar para poder presentar ante la opinión pública.
¿Es justo apoyar las movilizaciones, aunque el PSOE esté detrás?
Mientras tanto, las organizaciones de la izquierda combativa que se han opuesto a las políticas de austeridad y de privatización gobierne quien gobierne, siguen jugando un papel de espectador. Algunos aseguran que detrás de algunas de estas movilizaciones, se encuentra el PSOE, que utiliza y refuerza las manifestaciones para golpear al PP de cara a las elecciones generales y que en Madrid, es Más Madrid quien las apoya para debilitar la imagen de Ayuso y por ende, de Almeida de cara a las municipales. Esos mismos colectivos insisten en que cuando pasen las fechas electorales, éstos dejarán morir el movimiento y, por lo tanto, es mejor no participar en según qué luchas y manifestaciones. Aunque todo esto pueda ser verdad, ahora es cuando los y las sanitarias están en huelga y ahora es cuando hay que poner toda la carne en el asador para que los y las trabajadoras sean dueños de su huelga y de su movimiento.
Es evidente que, también, el PSOE es responsable de la situación de la sanidad y qué detrás de este apoyo están las elecciones. Sin embargo, esto último no puede ocultar que este movimiento está poniendo encima de la mesa la herramienta de la huelga indefinida para defender la sanidad pública y para enfrentarse a los gobiernos. Un aspecto nada desdeñable.
El papel de los y las activistas, militantes y sindicalistas combativos que llevan años resistiendo y movilizándose por los servicios públicos, los salarios, las pensiones o los derechos democráticos deben apoyar, reforzar y defender la autoorganización de los y las trabajadoras en huelga para que nadie decida por ellos/as sobre hacia dónde tiene que ir la movilización. Son los y las trabajadoras en asambleas junto con los y las usuarias movilizadas las que tiene que marcar el camino a seguir y no las direcciones sindicales o los intereses electorales partidistas.
¿Qué podemos hacer?
Las fuertes movilizaciones de esta última semana, así como las distintas huelgas indefinidas o de 24h deben ser un punto de apoyo para generalizar y unificar las luchas existentes contra las políticas antisociales vengan del gobierno que vengan. Son cada vez más los sectores que se ponen en huelga en diferentes lugares del estado y que ponen sobre la mesa la importancia de los servicios públicos para el conjunto de los y las trabajadoras en contraposición con los intereses de grandes fondos privados. Es fundamental que se convoque una huelga indefinida en la sanidad para el conjunto del estado. Es el momento de señalar las deficiencias de la sanidad pública que se hicieron evidentes durante la pandemia y que tenían una realidad estatal. Desde los y las usuarias es imprescindible que construyamos y apoyemos las movilizaciones, acompañemos, movamos las cajas de resistencia, recaudemos para que las huelgas sigan adelante y, en definitiva, tengamos un papel activo en todos estos procesos para que realmente seamos útiles para que esta lucha pueda ganar.