CONTRA LOS TALIBANES Y LOS RESPONSABLES DE LA SITUACIÓN. ¡SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS DE AFGANISTÁN!

Después de 20 años de guerra dirigida por la OTAN, los talibaneshan acabado por recuperar esta semana el control de la capital afgana, Kabul. Los líderes de las grandes potencias están conmovidos por las escenas de pánico en el aeropuerto y el destino que ahora espera a quienes son el blanco de este grupo político reaccionario y criminal.

Un grupo que nunca ha dejado de controlar los territorios del país, que negocia desde hace muchos meses, e incluso años, con las fuerzas de ocupación y que aún se beneficia del apoyo financiero externo, en particular a través de Qatar y Pakistán, 2 de los grandes aliados de las grandes potencias occidentales. Un grupo que ha aprovechado la ausencia del Estado afgano para imponer y ganar aceptación de su poder en localidades enteras, y cuyas fuerzas militares han demostrado ser mucho más efectivas que el ejército regular, relegado al rango de mero auxiliar de las potencias ocupantes.

Los países que participaron en la guerra y el saqueo de Afganistán tienen una enorme responsabilidad en la tragedia que vive su población desde hace varias décadas. Este es obviamente el caso de EEUU, a iniciativa de la guerra de 2001, pero también del estado español desde 2002, que tuvo tropas de ocupación hasta el pasado mes de mayo, incrementadas por Zapatero tras la “retirada” de Irak y mantenidas bajo Rajoy.


En la década de los 80, Afganistán había sido uno de los últimos escenarios de la Guerra Fría, con el ejército soviético enfrentándose a grupos político-religiosos apoyados activamente por el “bloque occidental”. Tras la retirada de la URSS, el gobierno prosoviético se derrumbó y el país se entregó a enfrentamientos entre señores de la guerra, poderes de clanes y traficantes de todo tipo.

En 2001, la coalición pretendía apoyarse en algunos de ellos, en particular de la Alianza del Norte del difunto comandante Massoud, para tomar el control del país. Pero esta facción dejó pronto de ser aceptada y de ser aceptable por los pueblos de Afganistán. En el poder a principios de la década de 1990 en Kabul, Massoud y sus aliados también participaron en la represión, las masacres y la imposición de leyes retrógradas para las mujeres o las minorías religiosas y nacionales.

El 16 de agosto varios líderes de gobierno de la UE anunciaron que sus estados acogerían al menos a l@s refugiad@s que habían trabajado con ellos durante el período de ocupación y que están particularmente amenazados por los talibanes. Portavoces del PSOE afirmaron, rayando el colmo de la hipocresía, que “los ayuntamientsos socialistas van ser siempre solidarios en materia de acogida de refugiad@s y nuestro compromiso está con los derechos de las mujeres afganas”. ¡Al mismo tiempo el ministro Marlaska estaba deportando a menores marroquíes violando la legalidad internacional y desde 2018 ha denegado el 95% de las peticiones de asilo!

Para la gran mayoría de l@s que huyen y huirán de Afganistán, la UE anuncia colaboración con los países vecinos “Pakistán, Turquía o Irán”. Tres países que están lejos de ser modelos de democracia, respeto a los derechos humanos y en particular a los derechos de las mujeres, además de que directa o indirectamente ya han colaborado con los talibanes o sus aliados. Nuestro país vecino incluso fue más honesto: Macron, en una declaración televisada en la que justificó una vez más la política de guerra en Francia, dijo “Debemos anticiparnos y protegernos ante flujos migratorios irregulares importantes”.


¡La solidaridad entre l@s oprimid@s y l@s explotad@s no tiene fronteras! Exigimos a la UE y al gobierno PSOE-UP, si de verdad quieren ser creíbles como “gobierno de izquierda”, que lleven a cabo una política migratoria que asuma abiertamente la libertad de circulación e instalación para tod@s, en particular la acogida sistemática y en condiciones dignas de l@s refugiad@s que huyen de la guerra y la miseria creada por el imperialismo y la OTAN de la que formamos parte, lo que supone derogar la actual Ley de extranjería, y la retirada total de las tropas españolas de todos los países en los que se encuentran.

¡Solidaridad con los pueblos de Afganistan y las mujeres afganas!