NO A LA GUERRA IMPERIALISTA DE EEUU CONTRA IRÁN

El nuevo año acaba de comenzar y el imperialismo de EEUU ya amenaza con llevar al mundo a una guerra brutal. En las primeras horas del 3 de enero, un ataque aéreo en Irak autorizado por el presidente Donald Trump mató al principal líder militar de Irán, Qassim Suleimani. El asesinato tuvo lugar cuando un avión no tripulado estadounidense disparó misiles contra un convoy que salía del aeropuerto de Bagdad. Abu Mahdi al-Muhandes, subcomandante de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak, una coalición de milicias respaldadas por Irán, también perdió la vida en el ataque.

El régimen prometido tomar represalias contra EEUU después de 3 días de duelo público, que se hicieron realidad la pasada madrugada con el lanzamiento 22 misiles balísticos contra 2 bases estadounidenses en Irak, elevando la escalada de tensión. El ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, calificó el asesinato como un acto de “terrorismo internacional” y advirtió de que “EEUU es responsable de todas las consecuencias”.

Suleimani dirigió la Fuerza Quds dentro del cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán y también coordinó a las milicias chiítas en Irak, Líbano y Siria. Fue el principal líder militar detrás de la intervención de Irán en la guerra en Siria en nombre del régimen de Bashar Al-Assad. Según un informe, 2 antes de que lo mataran, Suleimani visitó una base militar en la provincia de Alepo, donde las milicias respaldadas por Irán trabajaron con el régimen de Assad para derrotar al último grupo de fuerzas rebeldes en el norte de Siria.

El ataque aéreo culminó con una serie de enfrentamientos del mes pasado después de que un contratista militar estadounidense muriera en un ataque con cohetes que EEUU atribuyó a la milicia iraquí de Kataib Hezbollah, aliada de Irán. EEUU tomó represalias con un ataque aéreo contra las instalaciones de Hezbollah; según los informes, de 25 a 31 personas murieron en el asalto. Eso provocó una intensa protesta militante de 2 días frente a la embajada estadounidense en Bagdad, que terminó el 1 de enero.

Una serie de movimientos de guerra de EEUU

Desde que el gobierno estadounidense volvió a imponer sanciones económicas a Irán, la amenaza de una guerra directa ha estado burbujeando bajo la superficie. Tras su salida unilateral del “Acuerdo de Irán” en 2018, EEUU intentó forzar una brecha entre las economías iraní y mundial en un esfuerzo por llevar al capitalismo iraní a una crisis que esperaba explotar para recuperar la influencia perdida después de la revolución iraní de 1979 y la creación de la República Islámica.

Las sanciones han obligado a trabajador@s, agricultores y desemplead@s a quedarse sin medicamentos, alimentos y otros elementos básicos, ya que los precios de los productos básicos se dispararon el verano pasado. EEUU ha mantenido y endurecido el régimen de sanciones, además de tomar otras medidas diplomáticas escalonadas como clasificar a la Guardia Revolucionaria iraní como una organización terrorista.

Las maniobras de EEUU contra Irán levadas a cabo han sido desde medidas económicas hasta acciones militares directas varias veces desde principios de 2019. En junio, Trump afirmó haber suspendido un ataque militar en territorio iraní solo 10 minutos antes de su ejecución, cuando los aviones de combate ya estaban en el aire. Luego, en lugar de intentar alcanzar algún tipo de acuerdo diplomático con Teherán para reducir la crisis que había creado, lanzó un ataque cibernético contra las instalaciones de inteligencia iraníes. Cualquiera de estas acciones podría considerarse un acto de guerra por sí mismas.

Junto a estos ataques, al menos 14.000 soldados estadounidenses y una gran cantidad de artillería pesada han sido trasladados a países fronterizos con Irán, incluidos Arabia Saudí e Irak. El Pentágono envió 750 tropas de ataque rápido a Kuwait tras el enfrentamiento en la embajada de EEUU en Bagdad y ha dicho que se podrían enviar unas 3000 más en los próximos días.

¿Por qué Irán y por qué ahora?

Muchos analistas de Oriente Medio y especialistas en geopolítica global reconocen que las fuerzas del capitalismo estadounidense ya no son indiscutiblemente dominantes en la región. A pesar de gastar más de 5 billones de dólares en ocupaciones y actividades militares en Irak, Siria, Afganistán y Pakistán desde 2001, la capacidad de las empresas estadounidenses para decidir cómo se utilizan los recursos de la región ha disminuido. Ejemplos claros son el acuerdo bilateral ruso-turco para patrullar el territorio del norte de Siria y el acuerdo comercial con China de 600 mil millones de dólares con Irán que se alcanzó en medio de las sanciones estadounidenses.

Durante esta lucha por la influencia entre las potencias imperialistas y regionales, ha habido un aumento general en la lucha de clases en todo Oriente Medio. EEUU seguramente está comprobando la debilidad de la influencia iraní en la génesis de las protestas como un factor determinante de por qué está eligiendo ahora llegar a las máximas tensiones con Irán.

Respaldado en un rincón de su propia construcción, la administración Trump está tratando de obligar a Irán a tomar represalias y ser arrastrado a un conflicto interminable o a retirarse y aceptar los términos de su política económica. Cualquiera de las 2 situaciones amenaza con abrir nuevos conflictos no solo entre Irán y EEUU; también podría implicar a la Unión Europea, Rusia, China y todos los actores regionales.

¿Un salvavidas para los gobernantes iraquíes e iraníes?

En el corto plazo, el ataque del 3 de enero ha desatado ondas de choque en toda la región. Muchos miles lloraron a Suleimani en Irán. Las encuestas indican que el general era una figura popular, incluso una celebridad, entre el público iraní; ahora EEUU lo ha convertido en mártir.

Mientras tanto, en Bagdad algun@s manifestantes que protestaron por la intervención iraní en Irak celebraron la muerte de Suleimani. Pero otr@s pidieron moderación, mientras un grupo de estudiantes se reunió en la plaza Tahrir para renunciar a cualquier intervención extranjera en Irak. Un manifestante antigubernamental le dijo a Al Jazeera: “Condenamos el derramamiento de sangre iraquí independientemente de quién esté detrás de este ataque, pero rechazamos igualmente la lucha entre Irán y EEUU en nuestro territorio. … Nos mantendremos firmes ante cualquier desafío y seguiremos pidiendo el cambio que queremos, lejos de estas guerras de poder “.

Sin embargo, el asesinato podría dar una oportunidad a los regímenes en Irán e Irak que, como gran parte de Oriente Medio y el norte de África, han sido desafiados por grandes protestas en los últimos meses. L@s trabajador@s y los agricultores pobres de ambos países se han alzado contra sus capitalistas nacionales y el intento continuo del imperialismo estadounidense de estrangularlos para someterlos.

Irán ha visto manifestaciones de protesta en más de 50 ciudades en 2019, encendidas por los planes para aumentar los precios del combustible en el contexto de la caída de los niveles de vida que se han exacerbado por las sanciones de los EEUU. El gobierno respondió con brutal represión, mientras las tropas atacaban a l@s manifestantes con ametralladoras, a veces disparando desde helicópteros. Más de 1500 personas fueron asesinadas y muchas más resultaron heridas y arrestadas.

En Irak, a partir de octubre de 2019, l@s trabajador@s organizaron manifestaciones masivas que pedían un derrocamiento del gobierno y el fin del sistema gubernamental. Las protestas fueron provocadas por la evidencia de corrupción en el seno del gobierno, así como por el deterioro de las condiciones de vida y el desempleo generalizado. Se plantearon demandas de que tanto EEUU como Irán retiraras sus fuerzas militares del país. Consulados iraníes en Najaf y Karbala fueron incendiados. L@s manifestantes mostraron al mundo que hay luz en la oscuridad de la agonía de la muerte del capitalismo con su lucha persistente contra la influencia estadounidense e iraní en medio de casi 2 décadas de ocupación imperialista casi apocalíptica.

Las milicias iraníes en Irak fueron acusadas de unirse a las fuerzas de seguridad del gobierno para reprimir a l@s manifestantes con violencia extrema. Suleimani realizó 2 viajes a Bagdad en octubre, poco después de la erupción de las protestas en Irak, y se cree que ayudó a coordinar los ataques contra las manifestaciones.

Ahora, como consecuencia del ataque de EEUU el 3 de enero, los gobernantes iraquíes e iraníes recibieron una nueva arma para desviar la ira de la gente trabajadora de sus regímenes. Tal vez como una señal de este cambio, el líder chií iraquí Muqtada al-Sadr ha emitido una declaración condenando los asesinatos y ordenando a su ejército Mahdi que se movilice “para proteger a Irak”. Las fuerzas de Al-Sadr se enfrentaron con grupos pro iraníes en el pasado, y aunque se han estado acercando mucho más a Irán en el período reciente, respaldaron las protestas antigubernamentales iraquíes no hace mucho.

No a los ataques y la escalada imperialista de EEUU contra Irán.
Fin a las sanciones contra el pueblo trabajador iraní
Fuera todas las tropas estadounidenses de ocupación de Irak.
Solidaridad con las revueltas populares en Irak e Irán contra sus regímenes sanguinarios.