El pasado jueves día 15 de marzo en torno a las 17 horas en la calle Oso del barrio de Lavapiés, Mame Mbaye, vendedor ambulante de perfumes, murió a causa de un paro cardiaco tras una persecución policial. Esto desencadenó una importante respuesta por parte de l@s trabajador@s de venta ambulante del barrio y una ola de solidaridad que lo ha inundado durante estos últimos días. Frente a esto, las fuerzas policiales respondieron con un operativo exacerbado y una represión durísima que ha pretendido ahogar desde el mismo jueves un movimiento de indignación y de rabia por la muerte de Mame Mbaye convertido en la punta del iceberg de tant@s trabajador@s migrantes que tienen que sufrir día a día la represión, el racismo y el acoso policial.
Los medios de comunicación y los distintos miembros del gobierno (local y estatal) han intentado alejar el debate de sus verdaderas causas. Se han dedicado a poner en el centro del objetivo la legitimidad o no del trabajo de la venta ambulante, la criminalización a las personas migrantes, han cuestionado si realmente hubo persecución policial…
La realidad es que esto son cortinas de humo para no reconocer que existen redadas a diario contra la población migrante, no solo en el barrio de Lavapiés aunque sí especialmente ahí; que hay una persecución permanente a las personas que se dedican a la venta ambulante por parte de la policía local con una fuerte carga racista; y que la Ley de Extranjería obliga a miles de personas a tener que sobrevivir, incluso tras años en este país como era el caso de Mame, en condiciones de extrema penuria, pobreza y miseria. Esa política que se basa en machacar, en este caso hasta la muerte, a los extremos más débiles de la cadena, tiene responsables y éstos tienen que ponerse sobre la mesa.
La población migrante llega a Europa huyendo de realidades devastadas por las guerras, el hambre y la pobreza. Situaciones generadas por los propios gobiernos occidentales que, a día de hoy, siguen poniendo en bandeja a las grandes multinacionales la extracción de los recursos de zonas de África y Oriente Medio, dejando paisajes de pobreza extrema y genocidios en masa. La lógica del capitalismo mundial mantiene su brújula en el máximo beneficio a costa de la vida de millones de personas. Cuando se ven abocados a huir de sus países la realidad que les espera en Europa es la del Tarajal, la de los CIE´s, la venta ambulante en condiciones de miseria, las redadas, el racismo policial e institucional.
Si hace pocos meses fue la cárcel convertida en CIE de Archidona en la que fue asesinado (aunque, al igual que aquí, se intentaba quitar hierro al asunto llamándolo suicidio) Mohamed Bouderbala, hoy ha sido en el barrio de Lavapiés donde otro trabajador migrante, llegado a Europa en busca de una salida, ha sido asesinado por la represión policial, por una Ley de Extranjería que mata personas a diario y por el desinterés absoluto de unos gobiernos estatal y local que se llenan la boca con proclamas de inclusión pero que no dan ningún tipo de respuesta concreta.
Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR enviamos un fraternal saludo a l@s compañer@s, amig@s y familiares de Mame Mbaye. Nos solidarizamos con la lucha de las y los migrantes y de vendedor@s ambulantes, la compartimos y la consideramos una lucha de toda la clase trabajadora. Las fronteras que nos intentan imponer los capitalistas no tienen cabida en nuestra lucha: nativa o extranjera, la misma clase obrera.
Consideramos que el Ayuntamiento de Madrid y Manuela Carmena tienen que asumir sus responsabilidades: una persona ha muerto por ser vendedor ambulante y migrante, por persecuciones y redadas llevadas a cabo por su policía local. En definitiva nos encontramos con los límites de quienes no se enfrentan a la lógica del sistema capitalista, su justicia de clase y de la única respuesta de la que disponen contra quienes levantan la cabeza: la represión. La política continuista del racismo y la xenofobia institucional no forma parte de nuestro bando social. Por eso exigimos la purga de los mandos policiales y de los cuerpos de la policía local y nacional.
¡Por Mame Mbaye: nativa o extranjera, la misma clase obrera!